Viernes 22 de Noviembre de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Un policía sin arma

Oscar Esquivel | 18/10/2024 | 12:06

Sobrevivir a la injusticia es todo un arte, hacer que la vida pública sea decente, parece imposible, si creemos que estamos parados en el fango y no se puede salir, veamos al rededor del mundo. Somos un país donde todo puede suceder, no nos damos cuenta que tenemos ante nosotros la posibilidad de llegar ha ser realmente una potencia no solamente económica, también de influencia política y cultural,¿Cómo mirar al desarrollo sin sentirnos chiquitos? Siempre nos comparamos con otros países, que Dinamarca, que Suecia, que los gringos, parecemos pericos sin plumas para volar.

No es grato escuchar tanto malinchismo continuamente entre la gente, normalmente la que tiene las posibilidades para viajar al extranjero, todo allá es perfecto, como si la vida fuera un regalo de comodidades, pero de pronto aparece la línea de la comparación, “del otro lado si hay justicia”, los gabachos, si te someten hasta porque tiras un “papelito”, ellos, los güeros, “tienen el mejor sistema de justicia”, “es limpio casi perfumado el país”, “no hay comparación, se respira tranquilidad”. Cuando asistes a una ciudad cualquiera en los Estados Unidos, te das cuenta que para lograr que se vea como se menciona, la clase media hace la diferencia entre vivir bien y vivir deplorablemente, se nota en todas las ciudades medianas o grandes, que han crecido en los últimos años los pobres y maginados, 37.8 millones de personas son pobres, 11 millones en pobreza extrema, solo 6 millones de este universo reciben atención medica del estado.

306 personas mueren diariamentea causa del fentanilo, en 2023, fallecieron 107.5 mil personas a causa de sobredosis de cualquier droga, entonces, ¿dónde radica el problema del tráfico de drogas?
La agencia de la DEA, “Es muy difícil que exista un "Chapo Guzmán estadounidense", ¿les creemos? Dicen que la distribución se hace minorista al llegar al territorio norteamericano, ¿Quién es el mayorista entonces? Ahí es donde nace el primer eslabón, para distribuir y lavardinero, son quienes les cubren las espaldas a los multimillonarios consumidores;Aquí nos acostumbramos a ver películas donde quien vende algún estupefaciente, vive en casa de pobres, hombres tatuados, permanentemente encapuchados y fumando jachis, con pistolas en las mesas y chicas exuberante como acompañantes de los malos. Nada de eso sucede, existen grandes distribuidores, que a su ves revenden a minoristas, por lo regular personas de clases baja, la clase alta no se atreve a comprarle a ellos, hay niveles, como los perfumes, aunque huelan a lo mismo, unos compran piratas en el tianguis y otros una la plaza de lujo, todo es la misma droga.

Don Genaro García Luna el Zar antidrogas mexicano, colaborador de uña y mugre de Felipe Calderón, alias el Borolasha sido sentenciado porun juez no mexicano, ¡qué casualidad!, 38 años en prisión, será su condena, el encierro, la cárcel prácticamente de por vida será su tumba. Cuanta polémica, un Calderón arrogante justificando su actuar “no vi, no oí, no supe nada”, un Genaro leyendo líneas que no cabían, ¡soy inocente! Como todo un niño después de hacer travesuras, “yo no fui”, lo cierto y triste que un alto funcionario de primer nivel, este en esta situación, violo la ley, traicionó al pueblo de México y por su permisividad, miles han muerto. No podemos dejar pasar, que un personaje de esta importancia, sea juzgado en otro país y no en el nuestro. Aquí tendría amigos, fiscales, ministerios públicos que trastocarían toda evidencia, para que un juez, o no lo sentenciara y lo dejara libre, o simplemente en uno o dos años, solo por ser su cuate lo dejaría estar en libertad condicional, y después libre como el viento.

Y volteamos para allá, vemos al juez gringo esperando al Mayo Zambada, pero no vemos nunca un capo norteamericano ser arrestado, mucho menos juzgados. y menos, no los veremos con una sentencia de 38 años. Para los estadounidenses, los malos son otros, los prietos y desarrapados, los Talibanes, los terroristas libaneses, el antidemocrático, que, si lo es, de Nicolas Maduro, su democracia, como buenos policías del mundo, es la que cuenta. Un espectáculo que cierra el primer capítulo de una vida criminal mexicana, juzgado por un extranjero y que nos deja con el coraje y la vergüenza de lo que no podemos hacer nosotros mismos.

Y ¿por qué? Respuesta simple, la impunidad. Hace uno días en la obscuridad de la noche en fin de semana un juez liberó a una criminal confesa por secuestro, otro en abril le abrió la puerta a toda una banda de secuestradores en Puebla, en Guanajuato, con drogas, armas, pruebas de secuestro y asesinatos, liberaron a toda una banda del crimen organizado. En el año 2023 la justicia federal liberó al 50% aproximadamente, de miembros de la delincuencia organizada, todos, ojo, todos delitos del orden federal, entonces los jueces federales son los responsables que esta inútil guerra nunca termine, por algo será que defienden su cargo a toda costa. 

Nos saludamos pronto

Oscar Esquivel