Imágenes desgarradoras muestran a una joven ballena jorobada después de que su mandíbula fuera destrozada en una colisión frontal con un ferry la semana pasada.
La ballena, una hembra llamada Sweet Girl, nadaba cerca de un puerto en Tahití el 8 de octubre cuando un bote salió de la zona a una velocidad seis veces mayor a la permitida, según la organización ambiental Sea Shepherd.
Videos capturados por buzos conservacionistas muestran que la parte superior de la boca de la ballena fue completamente arrancada, mientras que la sangre brotaba de sus heridas. La ballena murió ahogada tras "varias horas de agonía", según Sea Shepherd, organización que compartió las impactantes imágenes.
El ferry presuntamente viajaba a 30 nudos en una zona portuaria donde la velocidad estaba limitada a solo cinco nudos. La Dra. Agnès Benet, fundadora del grupo de conservación marina Mata Tohora, dijo a DailyMail.com: "Mata Tohora fue llamado a las 9:50 a.m., pero la ballena murió muy rápidamente después de su llegada. Se ahogó debido a los impactos y fracturas, especialmente en el hueso nasal."
Ambas organizaciones de conservación presentaron una denuncia ante el gobierno local, solicitando una investigación penal. "Haremos todo lo posible para identificar y condenar a los responsables de este crimen. También estamos lanzando un llamado a testigos", declararon.
Si bien los detalles sobre el incidente son escasos, el video muestra cómo la ballena intentaba desesperadamente llegar a la superficie, mientras la sangre dejaba un rastro en el agua. Las imágenes también captaron los gritos de dolor de la ballena.
Rachel Moore, una fotógrafa submarina, estuvo con Sweet Girl solo cuatro días antes de su trágica muerte y compartió un homenaje en su página de Instagram. "Ella tenía muchos nombres aquí, pero me gustaba llamarla Sweet Girl. Durante las últimas semanas, tocó muchas vidas", escribió Moore. "Fue brutalmente desfigurada y soportó horas de dolor y sufrimiento antes de sucumbir finalmente a sus heridas y ahogarse. Todavía no puedo creer que esto le haya pasado; no merecía esto después de toda la amabilidad y curiosidad que nos mostró a los humanos. Al final, somos responsables de su muerte".
Moore continuó explicando que alrededor de 20,000 ballenas mueren cada año debido a situaciones devastadoras como esta.
Se estima que alrededor de 3,200 ballenas jorobadas viven alrededor de las Islas de Tahití, con aproximadamente 80,000 en todo el mundo. Sin embargo, la Polinesia Francesa alberga el santuario de mamíferos marinos más grande del mundo.
El avistamiento de ballenas es una fuente importante de ingresos para la región, y las autoridades han tomado medidas para promover el turismo responsable. En abril, se impusieron regulaciones que establecen una distancia de seguridad de 100 metros entre las ballenas y los barcos autorizados, mientras que los nadadores deben mantenerse a 15 metros de distancia.
A pesar de estas medidas, asociaciones ambientales y algunos científicos han criticado el auge de las actividades de observación de ballenas. La asociación polinesia Mata Tohora, que trabaja en la protección de los mamíferos marinos, asegura que hay demasiados botes en el agua. Agnès Benet, bióloga y fundadora de la asociación, dijo: "Necesitamos limitar el número de botes alrededor de las ballenas y los delfines. Es una cuestión de gestionar la actividad, lo cual debe hacerse rápidamente".
"No obstante," agregó, "es posible nadar con las ballenas sin molestarlas. Es posible si te tomas el tiempo, si eres paciente y si lo haces con amor".
internacionales
