Agencia Reforma | 15/10/2024 | 10:10
La consolidación de inversiones en el sector energético mexicano estará "en pausa" al menos por los próximos meses si se aprueba la nueva reforma energética, advirtió Marta Jara, non-resident fellow del Institute of the Americas.
Consideró que primero se tendrían que definir los cambios regulatorios.
Además de que, por el momento, en México no hay estabilidad jurídica.
"En cualquier país es importante la estabilidad jurídica porque le da confianza a los inversores. Si bien se pueden hacer cambios y es totalmente legítimo, al tratarse de algo no probado por supuesto que genera incertidumbre y eso puede desalentar a la inversión.
"Para el sector de energía en general, como son negocios de capital intensivo y que requieren de mucho tiempo para recuperar la inversión, es particularmente importante la estabilidad jurídica, y creo que vamos a ver unos meses de impasse, pero ojalá que el ciclo de inversiones se pueda reactivar", apuntó la experta en entrevista ayer.
El pasado 10 de octubre, la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa de reforma constitucional en materia energética, la cual modifica los artículos 25, 27 y 28 constitucional, en la que Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE) dejan su papel de ser empresas productivas del Estado y regresan a ser públicas.
Tras el aval de los diputados, se alista su discusión y votación en el Senado de la República, y de aprobarse pasará a los congresos locales.
Al respecto, Jara señaló que si bien el Estado puede tener control sobre ciertos activos y/o actividades, eso no implica que no hay espacio para las empresas privadas.
Señaló que diversos países se han establecido mecanismos para dar concesiones o contratos en los que los privados realizan las inversiones, implementan su tecnología y al final la infraestructura queda en control del Estado, ante la falta de capacidad del mismo de poderla desarrollar.
"Siempre hay actividades que el Estado se quiere reservar, pero la cuestión es que a veces entre el querer y el poder hay una brecha que hay que resolver, porque si ponemos todo en la cabeza del Estado, la capacidad de ejecución desde el punto de vista técnico e incluso financiero hace que todo se vuelva lento.
"Y la infraestructura energética tiene vulnerabilidad y no alcanza a cubrir las necesidades con el nivel de seguridad que se necesita", apuntó la experta.