El Senado aprobó en comisiones quitar al Estado la responsabilidad de la transición energética, regresar a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad el estatus de "empresas públicas del Estado" y establecer que "en ningún caso" las empresas privadas prevalecerán sobre la estatal en diversas actividades de la industria eléctrica.
La Oposición advirtió que la reforma energética viola el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, y frenará la inversión privada en el sector.
Durante dos horas, los senadores se enfrentaron por dichas reformas. Los legisladores de Morena, PVEM y PT argumentaron que dicha modificación termina con los "saqueos", le regresa "al pueblo lo robado" y México defenderá la soberanía energética.
Insistieron en que la reforma del 2013, impulsada por el ex Presidente Enrique Peña Nieto, únicamente permitió que los empresarios se apropiaran de los recursos e infraestructura pública.
"Esta reforma es la respuesta del pueblo de México a los saqueadores. Se termina el proceso que buscaba acabar con Pemex y CFE, el humanismo mexicano busca, por lo contrario, unir lo fragmentado, no es posible que subsistan la división corporativa en Pemex y CFE", dijo el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Óscar Catón.
Acusaron a la Oposición de pretender meter "temores infundados".
"Hoy vamos a terminar con permisos, contratos, concesiones y cualquier instrumento jurídico que quiera sobreponerse a los derechos y necesidades del pueblo de México. Nuestro compromiso es garantizar la seguridad y soberanía energética", arengó la morenista Lorenia Valles.
En contraste, los senadores de Oposición advirtieron que Morena no dimensionaba el golpe que está dando al País.
"Nos ponen en conflicto directo con el clausurado del T-MEC y nuestra obligación a no restringir nuevamente sectores que antes se habían aperturado a la inversión internacional. Lo que nos va a llevar a enfrentar disputas con nuestros socios más importantes, lo cual va a tener repercusiones negativas enormes para nuestra economía y ni se diga de nuestra relación con Estados Unidos y Canadá", dijo el senador Luis Donaldo Colosio Riojas.
Su homólogo del PRI, Miguel Ángel Riquelme, insistió en que la reforma ahuyentará "muchísimas" inversiones en el sector energético porque no se define un análisis claro de afectación del Tratado de México, Estados Unidos y Canadá.
"No sabe nadie aquí cuál es la afectación que tendrá el sector automotriz con esta decisión. Más aún, le veo consecuencias si se aprueba la desaparición de los órganos autónomos como lo son la Comisión Reguladora de Energía, la Nacional de Hidrocarburos o la Comisión Federal de Competencia Económica", abundó.
Otros afirmaron que la reforma no resolverá la crisis financiera de Pemex y de la CFE.
"Más bien, les permite operar como empresas sin rentabilidad, perpetuando pérdidas millonarias que impactan directamente en el bolsillo de las y los mexicanos", indicó.
Una acalorada reunión
Al llegar a las tres horas de discusión, el senador morenista Saúl Monreal explotó contra sus compañeros de partido que presiden las comisiones dictaminadoras, acusándolos de clasificar a los legisladores en primera y segunda categoría.
Esto porque lo dejaron hablar hasta la tercera ronda y sólo le dieron tres minutos.
"Pareciera que aquí hay senadores de primera y de segunda. Pareciera que hay un 'Club de Toby', donde nada más deciden las coordinaciones de las fracciones. Lamentable, no puede haber senadores de primera ni de segunda (...) todos somos pares y todos merecemos el mismo respeto aún en acuerdos.
"Es muy lamentable que no se dé participación. Y a pesar de todo, tengo muy firmes mis principios y mi convicción, y hoy quiero decirle a toda la Oposición que a todo lo que está pasando con esta reforma energética se deben de acostumbrar", apuntó.
El presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Óscar Catón, respondió que no se había inscrito, y si se sentía así era su problema.
"Con todo respeto le digo: no hay senadores ni de primera, segunda, ni tercera, todos somos senadores elegidos por el pueblo, y somos iguales, si alguien se siente menos, es problema de quien se sienta así", acotó.
Luego, vino el enojo de la presidenta de la Comisión de Energía, Laura Itzel Castillo, cuando la priista Carolina Viggiano cuestionó que Pemex estaba prácticamente en la quiebra, por lo que la morenista le enlistó lo que se hizo en el sexenio del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
"No tiene cara para decir que está quebrado", le dijo la morenista.
"Si su papá viviera, se moriría aquí mismo de escuchar todo lo que dijo, puras mentiras. Su papá siendo un mexicano para la izquierda, que usted diga todas esas mentiras", le respondió la secretaria del PRI.
Motivados por Castillo, los senadores oficialistas comenzaron a gritar: "¡Si Heberto viviera, con nosotros estuviera!"
La senadora del PRI remató que no iba a defender a los gobiernos anteriores, pues reconocía errores, pero les advirtió que era momento que la 4T dejara de escudarse en el pasado para asumir su responsabilidad.
Al final, las comisiones unidas aprobaron, por mayoría y con los votos en contra del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, las reformas que este martes votará el pleno del Senado.
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