El Gobierno surcoreano aprobó este jueves una reforma legal que endurece las penas relacionadas con la pornografía ultrafalsa, castigando incluso su visionado, en un momento en que las autoridades tratan de combatir la oleada de casos en este ámbito que se han denunciado en los últimos meses en el país asiático.
La revisión de la ley sobre castigos para delitos sexuales implica que a partir de ahora se castigará la posesión, adquisición, almacenamiento o visionado de materiales pornográficos ultrafalsos con hasta tres años de prisión o multas de hasta 30 millones de wones (unos 22.240 dólares).
A su vez, las penas para la producción y distribución de estos contenidos se endurecerán y pasarán a suponer un máximo de hasta siete años de prisión, en vez de hasta cinco, del mismo modo que beneficiarse económicamente de estas dos actividades pasará a castigarse también con hasta siete años de prisión en vez de con hasta tres años de cárcel.
La denominada pornografía ultrafalsa o «deepfake» es aquella que se elabora usando la imagen, normalmente robada de redes sociales o internet, del rostro de una persona real, y que muchas veces se utiliza a modo de «pornovenganza» o incluso para extorsionar a las víctimas, en su inmensa mayoría mujeres.
Precisamente, el uso de estos materiales para extorsionar será ahora castigado con hasta un año de prisión a partir de la reforma, que entrará en vigor en cuanto el presidente surcoreano, Yook Suk-yeol, la ratifique.
El Gobierno surcoreano también aprobó hoy enmiendas a la ley sobre protección de víctimas de violencia sexual, estipulando que es responsabilidad de la Administración Pública eliminar los materiales de pornografía ultrafalsa que circulen por internet, así como apoyar a las víctimas de estos delitos y proteger a los menores contra este tipo de delitos.
Las investigaciones iniciadas este verano en Corea del Sur detectaron la existencia de más de un centenar de salas en la aplicación de mensajería instantánea Telegram con este tipo de imágenes de mujeres surcoreanas, muchas de ellas adolescentes, y al menos unos 220.000 participantes que distribuyen y consumen estos materiales.
La Policía Metropolitana de Seúl anunció esta semana que ha pedido la cooperación de las autoridades francesas, que en agosto arrestaron al fundador y consejero delegado de Telegram, Pavel Durov, para investigar el rol de la aplicación de mensajería en la distribución de pornografía ultrafalsa.