El presidente ruso, Vladímir Putin, firmó hoy un decreto por el que releva al embajador ruso en EEUU, Anatoli Antónov, que ejerció ese puesto durante los últimos siete años, a menos de cuatro semanas de las elecciones presidenciales estadounidenses.
El correspondiente decreto, que tiene fecha de hoy, jueves, fue publicado por el portal de información legal del Estado ruso.
"Él cumplió exitosamente su misión. Ahora le toca a otra persona", explicó Yuri Ushakov, asesor del Kremlin para asuntos internacionales.
Destacó que Antónov ejerció su labor "en condiciones difíciles, cuando las relaciones (con EEUU) se encuentran prácticamente en punto muerto".
"Trabajó sin tener contactos permanentes con representantes de la administración estadounidense. Su labor fue complicada", señaló.
Al respecto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, negó que el regreso de Antónov a Moscú suponga una rebaja del nivel de representación diplomática ante Washington.
"Desde luego que no. El (nuevo) embajador será nombrado oportunamente", dijo.
Con todo, se desconoce si la identidad del nuevo embajador ruso se conocerá antes de que se dilucide el próximo 5 de noviembre quién presidirá la Casa Blanca durante los próximos cuatro años.
El jefe del Kremlin ha ironizado en los últimos meses sobre el apoyo del Kremlin al candidato demócrata -primero Joe Biden y ahora Kamala Harris-, aunque todos los analistas coinciden en que Moscú apuesta por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
Harris calificó a Putin de "dictador asesino", lo que Peskov consideró una "falta de tacto", aunque hoy admitió que esto "difícilmente" puede dañar más aún las deterioradas relaciones entre ambas potencias nucleares.
Antónov, de 69 años y especialista en materia de seguridad y desarme, fue sancionado por Occidente por su apoyo a la campaña militar rusa en Ucrania.
El que fuera también viceministro de Exteriores y número dos de la cartera de Defensa (2011-2016) no ha ahorrado críticas contra Estados Unidos por la adopción de sanciones contra Rusia, al tiempo que ha negado categóricamente la injerencia rusa en los asuntos internos de ese país.
En 2021 fue llamado a consultas por el Gobierno ruso en medio de un drástico incremento de las tensiones con Washington tras las acusaciones de la inteligencia estadounidense sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2020.
La edad no es un problema para seguir ejerciendo altos cargos de responsabilidad en Rusia, ya que el presidente extendió recientemente los mandatos de septuagenarios como la presidenta del Senado, Valentina Matviyenko, y el jefe del Comité de Instrucción, Alexandr Bastrikin.