Médicos Sin Fronteras anuncia el cierre de dos clínicas en Líbano por ataques israelíes

Médicos Sin Fronteras (MSF) anunció este jueves que ha cerrado dos de sus clínicas -en Beirut y en el noreste del Líbano- por los ataques israelíes contra el país, que en las últimas dos semanas han matado al menos a 50 paramédicos, indicó la ONG en un comunicado.

"MSF se ha visto obligada a cerrar completamente su clínica en el campamento palestino de Burj el Barajneh, en los suburbios del sur de Beirut, y a interrumpir temporalmente sus actividades en Baalbek-Hermel, en el noreste del Líbano", aseguró la organización, que subrayó que ambas zonas han sido "muy afectadas por los ataques".

MSF también denunció que su equipo móvil de atención médica, "que antes podía llegar hasta cerca de la frontera sur (con Israel), ya no puede hacerlo por falta de seguridad y, actualmente, se limita a operar sólo hasta Sidón".

En este sentido la ONG lanzó un llamamiento a las partes en conflicto para que respeten el derecho internacional humanitario.

"Los civiles y la infraestructura civil, las instalaciones médicas y el personal médico no deben ser blanco de ataques. Debe garantizarse su seguridad", aseguró el coordinador de Emergencias de MSF en el Líbano, François Zamparini, citado en el comunicado.

Asimismo, Zamparini, subrayó que esta limitación de movimientos y reducción de su operatividad debido a "la intensidad de la violencia, los daños en las carreteras y la falta de garantías de seguridad", se produce en un momento en el que las necesidades médicas y humanitarias son mayores.

En cuanto a la clínica de Hermel, el coordinador de Emergencias explicó que había sido reabierta "parcialmente" para garantizar que los pacientes reciban sus fármacos. Y agregó que se les ha dado una reserva de "medicamentos esenciales para dos o tres meses, dependiendo de la gravedad de su enfermedad y de los riesgos médicos", dada la situación de incertidumbre.

Israel y Hizbulá están enfrentados en la divisoria desde hace un año en una confrontación que en las últimas dos semanas se ha elevado a otro nivel con una campaña de intensos bombardeos israelíes contra el Líbano, incluida Beirut, que ha provocado más de 2.100 muertos y 1,2 millones de desplazados.