El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llamó este lunes al presidente de Israel, Isaac Herzog, para expresarle su apoyo y condolencias en el primer aniversario de la masacre de Hamás en suelo israelí del 7 de octubre, que dejó unos 1.200 muertos y 251 secuestrados.
Biden, en su conversación telefónica con Herzog, aseguró que sus «pensamientos siempre están con las familias de los rehenes, los asesinados y los heridos por el ataque de Hamás en ese día oscuro», detalló un comunicado de la oficina del presidente israelí.
Herzog agradeció a Biden su «firme apoyo a Israel» desde el estallido de la guerra en Gaza, algo que Israel «nunca olvidará».
Además, según la versión israelí, el presidente estadounidense elogió que Herzog visitara hoy varias comunidades cercanas a la frontera con Gaza para consolar «personalmente a los residentes», y le pidió que extendiera sus propias palabras de consuelo.
El presidente israelí estuvo presente en la ceremonia organizada en los alrededores de Reim, donde más de 350 personas fueron asesinadas en el festival de música Nova, y en un discurso aseguró que Israel hace todo lo posible para traer de vuelta a casa a los casi cien rehenes que siguen en manos de Hamás.
Biden reiteró hoy a Herzog que Estados Unidos «nunca se rendirá» en sus esfuerzos para lograr la liberación de los cerca de 100 rehenes que permanecen cautivos en la Franja de Gaza, entre ellos varios ciudadanos estadounidenses, según la Casa Blanca.
Ambos líderes reafirmaron su compromiso para alcanzar un acuerdo que permita la liberación de los rehenes, garantice la seguridad de Israel, alivie el sufrimiento de los civiles palestinos y abra el camino hacia «una paz duradera, con Hamás inhabilitado para controlar Gaza o reconstruir sus capacidades militares», detalla el comunicado de la Casa Blanca.
La versión estadounidense señala, además, que Biden transmitió a Herzog su «profunda tristeza» por la «pérdida de vidas inocentes» en Gaza, donde la ofensiva militar israelí, iniciada tras los ataques de Hamás, ha causado ya más de 41.900 víctimas mortales.
Mientras la guerra se extiende a numerosos frentes -se espera un ataque inminente de Israel contra Irán en represalia por el lanzado por Teherán el pasado martes-, la ofensiva israelí en el enclave palestino continúa enquistada, aunque el Ejército asegura haber matado a más de 17.000 combatientes de Hamás en el último año, además de líderes del grupo como Ismail Haniyeh o Mohamed Deif.