Ante el periodo de marcada debilidad que traviesa la actividad económica, el subgobernador del Banco de México (Banxico), Omar Mejía Castelazo, consideró que la capacidad de producción del capital tendrá un adverso cierre de 2024.
"La brecha de producto básicamente es si la economía está creciendo en su potencial, arriba de su potencial o abajo de su potencial. Las previsiones indican que la economía tendrá una brecha de producto negativa prácticamente a finales del año y esto también influirá en los niveles de precios", expresó durante la Cátedra Banxico realizada en la Facultad de Economía de la UNAM.
La brecha del producto es la diferencia entre el producto efectivo y el producto potencial de una economía. El producto potencial es la cantidad máxima de bienes y servicios que una economía puede generar operando a máxima eficiencia, es decir, a plena capacidad. El producto potencial es una variable no observable, por lo que su estimación estadística está sujeta a incertidumbre.
Así como el Producto Interno Bruto (PIB) puede subir o bajar, la brecha del producto puede ser positiva o negativa. Sin embargo, ningún caso es ideal.
Una brecha del producto negativa ocurre cuando el producto efectivo es menos de lo que una economía podría producir a plena capacidad, y denota capacidad ociosa en la economía debido a una demanda floja.
En su último reporte trimestral, Banxico indicó que en cuanto a la posición cíclica de la economía se prevé que la estimación puntual de la brecha del producto se mantenga cercana a cero en lo que resta de 2024, para luego tornarse persistentemente negativa a lo largo de 2025, si bien sin ser estadísticamente distinta de cero.
Mejía indicó que en Banxico tienen proyectado que los pronósticos de inflación continúen disminuyendo. Para la general anticipan que cierre el año en un promedio trimestral de 4.3 por ciento, desde una cifra previa de 4.4 por ciento, mientras que para la subyacente se estima en 3.8 por ciento desde un dato anterior en 3.9 por ciento.
El subgobernador destacó el papel del banco central con su compromiso institucional con la estabilidad de precios, y enfatizó la funcionalidad del esquema actual de objetivos de inflación.
"En el caso de México, la meta cuantitativa única para la inflación es de 3 por ciento. Es una meta que ha mostrado ser eficiente para conducir la política monetaria y para contener la inflación en el mediano plazo", puntualizó.