Agencia Reforma | 05/10/2024 | 09:41
Dolly Parton brinda su apoyo a las comunidades afectadas por el huracán Helene, donando un millón de dólares para ayudar a las víctimas de esta tragedia en Newport, Tennessee.
En conferencia de prensa, Parton anunció una serie de iniciativas en colaboración con sus empresas Dollywood Parks & Resorts, The Dollywood Foundation, Dolly Parton's Stampede y Pirates Voyage, así como con Walmart.
La cantante, de 78 años, compartió su conmoción al enfrentar la magnitud de la destrucción causada por el huracán, que ha cobrado más de 200 vidas y dejado a miles de personas sin hogar, según el medio internacional CNN.
"¿Quién hubiera pensado que en esta pequeña parte del país, donde nací y crecí, justo al final de la calle, tendríamos este tipo de devastación? Cuando miro a mi alrededor, pienso: 'Estas son mis montañas, estos son mis valles, estos son mis ríos Esta es mi gente y este es mi hogar'", dijo.
La intérprete de "Jolene" enfatizó que la causa es profundamente personal para ella, al mencionar que tiene familiares en la zona afectada.
"Cuando nos enteramos de esto, fue devastador, no solo porque era mi familia, sino porque todas estas personas se sienten como mi gente", dijo, reflexionando sobre el sentido de comunidad que une a la región.
Durante el evento, Parton anunció una donación personal de un millón de dólares a la Fundación Mountain Ways, una organización benéfica que se dedica a proporcionar asistencia inmediata a las víctimas de las inundaciones.
Además, las empresas de Parton en el este de Tennessee, junto con la Fundación Dollywood, se comprometieron a igualar su donación, sumando otro millón de dólares a la causa.
El presidente y director ejecutivo de Walmart US, John Furner, también estuvo presente en el evento y anunció que Walmart, junto con Sam's Club y la Fundación Walmart, donaría un total de 10 millones de dólares para los esfuerzos de ayuda por el huracán en los estados afectados.
El huracán Helene, de categoría 4, ha dejado un devastador camino de destrucción de más de 800 kilómetros en el sudeste de Estados Unidos, convirtiéndose en el segundo huracán más mortal en el territorio continental del país en los últimos 50 años, solo superado por el huracán Katrina.