Agencia Reforma | 04/10/2024 | 11:18
Además de políticas macroeconómicas para promover la llegada de empresas con el nearshoring, México requiere estrategias a nivel estatal y municipal, consideró Jason Marczak, director y vicepresidente de Centro Adrienne Arsht Latin America del Atlantic Council.
"Cuando hablamos de nearshoring, un poco menos como macro, hay qué ver cuáles son las oportunidades micro, más puntualizadas, en qué sector y cómo lo hacemos, es lo que falta.
"Este tipo de información micro, permite acceder a la inversión y es lo que los empresarios quieren, más información local", dijo tras su participación ayer en un encuentro con empresarios y académicos en el Centro de Investigaciones y Docencia Económicas (CIDE).
Afirmó que para detonar las inversiones por relocalización con Estados Unidos, es necesario el trabajo a nivel regional para invertir en infraestructura que reduzca los costos logísticos y de comunicación, así como de fuentes de energía renovable.
"La relación de Estados Unidos con México es única, en la que la política exterior, de economía de ambos países, es de gobernador a gobernador, de alcalde a alcalde", dijo Marczak.
Consideró que el éxito del nearshoring para el bloque Norteamérica dependerá de alinear las políticas públicas de las dos naciones, con los requerimientos particulares de las empresas, especialmente en temas como seguridad social y certeza jurídica.
"También la digitalización de los servicios público, reguladores independientes, autónomos, que dan aun más confianza a las empresas", señaló el director del Centro Adrienne Arsht.
Para México, la oportunidad es mayor en un escenario en el que la tensión en Medio Oriente encendió las alarmas sobre posibles interrupciones a la cadena de suministros global por la dependencia al petróleo de esa región del mundo.
"Esta incertidumbre a nivel mundial puede empujar más las tendencias al nearshoring", consideró Marczak.
Otra ventana de oportunidad es el conflicto comercial que China tiene con México.
Detalló que el costo laboral por hora en México es de 4.5 dólares, frente a los 6.5 dólares en China, lo que supone una diferencia de 44 por ciento y una expectativa de añadir 78 mil millones de dólares anuales a la economía de América Latina y el Caribe.
Con esos datos, afirmó, los beneficios del nearshoring para el País y el resto de Latinoamérica son claros.
"La gran pregunta es cómo pueden los países de la región aprovechar aún más esta oportunidad", cuestionó el director del Centro Adrienne Arsht.