Los manifestantes que miraban a lo lejos, agazapados atrás de columnas de acero que resguardan las vías del Metrobús, se pusieron del lado de la "4T", de los Mandatarios afines, y sus mentadas y reproches fueron contra la Oposición y sus figuras.
En esta mañana nublada, donde lo que todos querían ver era la toma de posesión de Claudia Sheinbaum como Presidenta, la primera en resentir la ira del gentío que se apretujaba al otro lado de la Avenida Congreso de la Unión fue la Ministra Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
"¡Fuera Piña, fuera Piña!", cargaban los manifestantes, aunque lo hicieran a destiempo, porque la Ministra ya se encontraba en el vestíbulo de la Cámara de Diputados, ajena al griterío.
La furia también la descargarían contra la senadora panista Lilly Téllez, que ni vela tenía en el entierro: desde hace rato que ocupaba su curul.
Las cosas dieron un giro cuando los manifestantes divisaron el Jetta blanco del Presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, y otra gritería se desató: "¡Pre-si-dente. Pre-si-dente!".
Quince minutos después, otro estallido: "¡Pre-sidenta, Pre-si-denta!", cuando llegaba Claudia Sheinbaum, de la mano de su esposo.
Los manifestantes echaron porras cuantas veces quisieron solamente la mentaron la madre a los conductores del transporte público que tenían la ocurrencia de detener los vehículos justo frente a sus narices.
nacionales
