El líder interino de Hezbolá prometió el lunes seguir luchando contra Israel y dijo que el grupo militante libanés estaba preparado para una larga lucha incluso después de que gran parte de su alto mando fue aniquilado, incluido su líder, Hassan Nasrallah.
Los ataques israelíes han matado a Nasrallah y a seis de sus principales comandantes y funcionarios en los últimos diez días, y han alcanzado lo que el ejército califica de miles de objetivos militantes en amplias zonas del Líbano. Más de mil personas han muerto en el país en las últimas dos semanas, casi una cuarta parte de ellas mujeres y niños, según el Ministerio de Salud.
Un ataque aéreo impactó un edificio residencial en el centro de Beirut, destruyendo un apartamento, dañando otros y matando a tres militantes palestinos, mientras Israel parecía enviar un mensaje claro de que ninguna parte del Líbano está fuera de sus límites.
A pesar del duro golpe que ha sufrido Hezbolá en las últimas semanas, el líder interino Naim Kassem dijo en una declaración televisada que si Israel decide lanzar una ofensiva terrestre, los combatientes del grupo están preparados. Agregó que los comandantes muertos ya han sido reemplazados.
"Israel no ha podido afectar a nuestras capacidades (militares)", dijo Kassem en una declaración televisada, la primera vez que se ha visto a un alto cargo de Hezbolá desde que Nasrallah fue asesinado.
"Hay comandantes adjuntos y hay reemplazos en caso de que un comandante resulte herido en cualquier puesto".
Agregó que Hezbolá, que luchó contra Israel hasta llegar a un punto muerto en su guerra de un mes en 2006, anticipó que "la batalla podría ser larga".
Kassem, miembro fundador del grupo militante y lugarteniente de Nasrallah durante mucho tiempo, permanecerá en su puesto interino hasta que la dirección del grupo elija a un sustituto. Se espera que el hombre que asuma el cargo máximo sea Hashem Safieddine, primo de Nasrallah que supervisa los asuntos políticos de Hezbolá.
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