Termina el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, por ello, Plano Informativo realizó una mesa de análisis con Juan Mario Solís Delgadillo y Pedro de Jesús Olvera Vázquez, docentes investigadores de la facultad de Derecho de la UASLP, y Daniel Pedroza Gaitán, ex secretario de Finanzas del Gobierno del Estado de San Luis Potosí para hablar sobre este tema.
Ante este panorama, los entrevistados se mostraron de acuerdo en que el Gobierno estuvo lleno de claroscuros por los temas tratados y, en ocasiones, por la manera en que eran abordados. Olvera señaló que, en este sentido, este sexenio fue uno muy diferente a lo que se acostumbraba desde la Presidencia de la República: “Vimos muchos cambios en cuestiones democráticas, en cuestiones económicas, en cuestiones de política social, en muchas cosas y también estructurales”.
Señaló que las reformas llevadas a cabo dan una esperanza a la población de que la manera de gobernar cambie, aunque aceptó que el resultado de éstas está por verse, pues algunas, como la judicial, tienen poco tiempo y aún no revelan resultados; sin embargo, recalcó el atrevimiento político de López Obrador para impulsar estos cambios, que podrían haber sido políticamente costosos para su administración.
Solís Delgadillo dijo que otro logro fue la renegociación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), sin embargo, recalcó que estos seis años también marcaron un debilitamiento democrático: “el país se ha deslizado de ser una democracia defectuosa a un régimen híbrido. Eso no lo digo yo, eso forma parte de las evaluaciones que se hacen en el índice de la democracia mundial cada año. México se ha deslizado hacia formas híbridas. Sigue siendo una democracia, sí, pero con muchos problemas, no en cuanto a la integridad electoral, sino en cuanto a desempeño”.
Otro punto a destacar en el sentido negativo, añadió, es el nivel de gasto público que se alcanzó en esta administración: “Y me preocupa mucho de cara al inicio del próximo gobierno el nivel de gasto público que van a representar los programas sociales, sobre todo cuando tenemos una base fiscal pequeña”. También agregó el costo de “la democracia mexicana, que es verdaderamente cara” a lo que se aumentan los costos que tendrán ahora la elección de jueces y magistrados.
En este punto se mostró de acuerdo Daniel Pedroza, que dijo que programas como las pensiones son una bomba de tiempo que puede explotar en un futuro, cuando el Estado se muestre insolvente para pagar las prestaciones a jubilados y adultos mayores.
El ex secretario añadió que en este gobierno se vio lo que se esperaba desde hace casi 30 años: un cambio en el gobierno, una transición que no llegó en el 2000 o 2006, cuando el PAN se hizo con la presidencia, o en el 2012, cuando el PRI la recuperó, sin embargo, no considera que haya sido de la mejor manera, pues “Andrés Manuel llega no a ejercer el poder con un sentido de estadista, sino con un ánimo de venganza, de revancha, de resentimiento social. Para mí ese es uno de los grandes temas negativos de estos seis años”.
“Pienso que un objetivo del presidente de la República fue precisamente dejar su huella en la historia, basada en una serie de cambios, en una serie de rompimiento con algunos esquemas que ya existían y que sin duda alguna hay que reconocer que muchos sí estaban anquilosados en prácticas que no resultaban ser las mejores y sobre todo las más benéficas y que sí resultaban también muy onerosas”, concluyó.
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