La formación gobernante nipona, el Partido Liberal Democrático (PLD), celebra este viernes unas elecciones primarias para elegir al próximo líder del grupo, que sucederá a Fumio Kishida en el mencionado cargo y en el de primer ministro del país.
Kishida anunció que no se presentaría a la reelección como presidente de su partido al acabar su mandato actual a finales de septiembre, con vistas a restaurar la confianza de los votantes, que se vio debilitada por un escándalo de financiación irregular en el partido.
Un récord de nueve candidatos aspiran a renovar la imagen del PLD y compiten por un total de 736 votos (368 de sus legisladores y 368 repartidos entre los 1,1 millones de militantes).
Si ninguno obtiene más del 50 % de los votos en la primera ronda de votaciones, los tres mejores contendientes procederán a una segunda vuelta el mismo día, en la que participarán de nuevo los 368 parlamentarios con un voto cada uno y se repartirán otros 47 votos entre las respectivas agrupaciones del partido de cada prefectura del país.
El vencedor de los comicios deberá hacer frente a retos como el declive demográfico, la inflación o el incremento de las tensiones en Asia-Pacífico, pues será el próximo primer ministro de Japón, ya que en el país asiático este cargo lo ocupa el líder la formación más votada y el PLD, que ha gobernado de forma casi ininterrumpida desde 1955, cuenta con una amplia mayoría en la Dieta (Parlamento).
Las encuestas posicionan como favoritos para ganar los comicios al exministro de Defensa Shigeru Ishiba; al exministro de Medio Ambiente Shinjiro Koizumi, y a la ministra de Seguridad Económica, Sanae Takaichi.
Ishiba, exministro de Defensa nipón, resulta popular entre las bases locales de la formación, pero no tanto entre los legisladores del partido. De hecho, no ha logrado imponerse en ninguna de sus anteriores cuatro candidaturas.
Mientras, Koizumi, hijo del que fue primer ministro entre 2001 y 2006, Junichiro Koizumi, sería la persona más joven en asumir el liderazgo de Japón.
Por su parte, Takaichi, que se postula como la sucesora del difunto Shinzo Abe, que lideró Japón entre 2012 y 2020, y cuenta con el apoyo del ala más dura del PLD, se convertiría en la primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra en Japón, país a la cola del mundo desarrollado en materia de igualdad.
Tras la votación para escoger al líder del PLD y próximo primer ministro, se espera que el ganador convoque elecciones anticipadas en las semanas próximas para buscar el apoyo de las urnas a su nombramiento.