Durante la noche del miércoles 25 de septiembre, como parte de las protestas por los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos hace 10 años, fueron proyectados varios mensajes: “Nos Faltan 43”; “Fue el Ejército”; “Vivos se los llevaron”, entre otras, en el Monumento a la Revolución, ubicado en la colonia Tabacalera, de la alcaldía Cuauhtémoc.
En el marco de los 10 años de la desaparición de los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero, padres y madres de los estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, realizan la proyección de varios mensajes, entre ellos los nombres de los jóvenes.
¿Qué piden los manifestantes?
“Tanto que le hemos pedido al gobierno mexicano, esperamos una marcha pacífica, esperemos que quiten las vallas, ya que hay protecciones de concreto y sólo queremos una mega marcha, donde van estudiantes y personas de la tercera edad, no queremos una confrontación”, dicen los padres, ante las movilizaciones de mañana, 26 de septiembre.
Los padres aseguraron que se sienten decepcionados de Andrés Manuel López Obrador y prácticamente se han enfocado en buscar fosas y retomando la “verdad histórica”.
La proyección se realizó de manera pacífica sin que ninguna autoridad se hubiese presentado en el lugar para tratar de impedirla.
En la explanada del monumento se encuentran algunos de los padres de los 43 desaparecidos con las fotografías de los jóvenes.
Cabe mencionar que, esta protesta no afecta la circulación en la zona.
La lucha sigue en pie en caso Ayotzinapa
Madres de desaparecidos aún recuerdan a sus hijos
En el marco del décimo aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, las madres de los estudiantes han mantenido vivo el recuerdo de sus hijos a través de marchas, testimonios y exigencias de justicia.
Estas mujeres, entre la tristeza y la indignación, relatan cómo sus hijos soñaban con un futuro mejor y cómo esa esperanza les ha dado la fortaleza para seguir luchando. Sus testimonios son un recordatorio constante de la violencia y la impunidad que prevalecen en el país, mientras ellas siguen exigiendo verdad y justicia.
A pesar de los años, las madres de los normalistas no han desistido en su búsqueda, ni han dejado de exigir que el gobierno cumpla con su promesa de esclarecer los hechos. Con cada aparición pública, enfatizan el dolor de la incertidumbre que ha marcado sus vidas, pero también la esperanza de encontrar respuestas. Para ellas, sus hijos no son sólo un número en la lista de desaparecidos; siguen siendo la razón de su lucha incansable por la justicia en México.
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