Agencia Reforma | 24/09/2024 | 08:32
Bombardeos contra Hezbolá en Líbano dejaron ayer más de 490 fallecidos y más de mil 600 heridos, dijo el Ministerio de Salud local, en el día más mortífero de ataques de Israel allí desde al menos 2006, cuando Tel Aviv libró por última vez una guerra con el grupo militante respaldado por Irán.
Pasada la medianoche, tiempo local, el Ejército israelí detalló en un comunicado que su Fuerza Aérea embistió alrededor de mil 600 objetivos de la milicia, y apuntó que las ofensivas seguían.
Las principales carreteras de Beirut, la capital de Líbano, se congestionaron con gente que huía hacia lo que esperaban que fuera la seguridad de la metrópoli, según testigos.
El ritmo y la intensidad de los ataques aéreos de ayer superaron a los de la devastadora guerra de 2006, cuando más de mil libaneses murieron en un mes entero.
El Ministerio de Salud local, que recopila las bajas reportadas por los hospitales, dijo que al menos 492 personas murieron en estos nuevos bombardeos y alrededor de mil 640 resultaron heridas.
Las autoridades no indicaron cuántos de los muertos eran combatientes de Hezbolá, pero afirmaron que entre las víctimas hay docenas de mujeres y niños.
La magnitud del último derramamiento de sangre asombró a Líbano, que se estaba recuperando de ataques de Tel Aviv contra la milicia la semana pasada, incluidas explosiones de bípers y walkie-talkies que mataron a decenas de personas e hirieron a miles en todo el país.
Sin embargo, ayer el conflicto se sintió en ambos lados. Las sirenas de alerta antiaérea sonaron en todo el norte israelí cuando aproximadamente 165 cohetes y otras municiones cruzaron desde el Líbano.
La mayoría fueron interceptados por el sistema de defensa antimisiles y no hubo informes de muertos ni víctimas graves, según el Ejército.
El Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo a sus ciudadanos que se preparen para "días complicados".
En tanto, la Embajada israelí en México subrayó que la nación no quiere que el conflicto escale.
"Tel Aviv no busca una guerra a gran escala, pero responderá decisivamente a cualquier agresión para proteger a sus ciudadanos y su soberanía", aseveró.
Por su parte, el Presidente iraní, Masoud Pezeshkian, acusó a Israel de tratar de extender la guerra en Medio Oriente.
"Nos están arrastrando a un punto al que no queremos ir.
"En la guerra no hay vencedores. Sólo nos engañamos a nosotros mismos si creemos eso", subrayó.