La primera canción que Travis Scott entonó este domingo en la explanada del Estadio Azteca fue "Hyaena", la que abre su disco Utopia, y el detalle fue casi profético, ya que por una hora el rapero creó un mundo ideal, lleno de disfrute.
En su segundo show en México de su tour Circus Maximus, el cantautor se encargó de darle vida a un reino de fuego y luces, donde los 25 mil fans presentes, cifra proporcionada por los organizadores, no salían de su asombro.
Prácticamente durante todo el concierto el rapero fue acompañado por llamaradas, pirotecnia y las cámaras de los celulares de los fanáticos que estuvieron pendientes de cada uno de los movimientos del artista, quien se mostró como un experto en despertar euforia.
El originario de Houston, Texas, salió a escena a las 21:29 horas y desde ese momento no soltó al público, que coreaba a gritos éxitos como "THANK GOD" y "MY EYES", y agradecía las palabras amorosas del ídolo.
"Hoy es más que un show, es una celebración, ¡es un campeonato de diversión en la Ciudad de México!", animó Scott al inicio de su presentación.
Para dar rienda suelta a su energía, Scott contó con un amplio escenario, instalado afuera del Estadio Azteca. Éste incluyó una pasarela con distintos niveles y hasta una plataforma que se elevaba mientras rapeaba.
"Todo mundo enséñele el dedo al cielo. ¡Dígale que la fiesta nunca va a terminar!", gritó Scott para deleite de los fans.
Pero en realidad la fantasía fue corta, ya que el rapero estuvo sobre el escenario sólo cerca de 65 minutos.
La noche del sábado, el espectáculo también generó quejas, porque fue de 76 minutos aunque mediante la red social X Scott responsabilizó a la lluvia, la cual este domingo perdonó a los asistentes.
Sin importar la brevedad del show, los fans se mostraron satisfechos con la propuesta del músico, que supo cómo consentir a su gente. Entre los regalos estuvieron la inclusión en el setlist del hit "Mamacita" y la interpretación de "FE!N" cuatro veces seguidas.
El suelo no paraba de vibrar, ya fuera provocado por los faltos eufóricos de los fans que gozaban las canciones o por la potencia de las bocinas.
En los últimos minutos del show, mientras la gente le aplaudía, Scott le reafirmó su amor a México, agradecía por la entrega que recibió en las dos noches y prometió que se repetiría pronto. Y para afirmarlo, recurrió una vez más a "FE!N".