¡¿Qué no somos potosinos?!

Nadie está dispuesto a reconocer los errores, si no es así, menos enmendarlos. Los errores se acumulan cuando los escribes una y otra vez sobre el mismo renglón.

“Quien no quiere conocer su error ni satisfacer el daño, no oye quejas de buena gana”,Francisco de Quevedo. Por algunas obras en folletos, se vio envuelto en escándalos por su “vulgar escritura”, siendo perseguido por la inquisición española; denunciar la vida miserable en las calles de los pueblos del reino de España y obviamente cuestionaba a la monarquía, la vida disipada de monjes y curas, su errorfue el no ocultar bien su anonimato, libró la tortura y la muerte en manos del mayor error que ha tenido la iglesia católica, la inquisición.

Donde hemos visto aquello de, “no oye quejas de buena gana”, a pesar de los errores, tenemos en este momento dos personajes políticos a cargo del Gobierno delEstado y la capital, ambos en disputa quien hace más, cual de los dos tiene mayor numero de adeptos, premios, reconocimientos, aplausos ciudadanos, ahijados, pero ninguno, acepta la crítica, la propuesta, mucho menos la participación ciudadana, por más que la publiciten. Ya no importamos, ellos hablan por nosotros, hacen por nosotros y hasta razonan por nosotros. ¿Qué tanto pasará por las mentes del gobernador y del alcalde, que, al ver el desastre de ciudad, se atrevan a decir que todo,“esta bajo control”, “todo es transparente”, “estamos seguros como en caja fuerte”, la salud ¡uff! Ni Dinamarca, ¡Vaya! Ni los jupiterianos.

Vienen los informes, ¡Ah! ¡benditos sean!, magia del Photoshop, un espectacular aquí otro allá, guapos, dandis, dadivosos, pero la ley de comunicación social del estado es violada, creo por error se les fue, sin duda, sin embargo, dice la ley en su   Artículo 9º. Queda prohibido “1. Tengan por finalidad destacar, de manera personalizada, nombres, imágenes, voces o símbolos de cualquier servidor público”. Pero bueno,“un error que cuesta millones al erario cualquiera lo tiene”. Una falla así, solo ellos la tienen. Veamos que nos deparan los discursos y los millonarios gastos en mensajes, mientras tanto, el Hospital Central, no tiene ni para curitas.

Somos potosinos, somos tuneros, somos charros, entonces si la federación no envía recursos para los hospitales, en su fracasado programa de salud no se contemplaron, por error, omisión o porque simplemente no estamos en el mapa, ¿si somos potosinos, porque ambos gobernantes no levantan la mano para rescatar al Hospital Central? “ A mí ni me vean”, el alcalde.

El gobernador Gallardo recibió las quejas de falta de insumos, de poca atención médica, del mal trato y abandono a los residentesen formación que, con las manos atadas ante tanta demanda ni para el comedor alcanza. No hay ni para reactivos, ni gasas, ni curitas, y que sucedió, le enviaron 5 paquetes de cada uno para “alivianar el problema”, pero se invirtieron 15 mil millones en saludy unos cuantos de ellos en publicidad gubernamental. Insistimos, si somos potosinos ¿Por qué, esperar a la federación? 

Y llega el acalde Galindo a presumir miles de atenciones médicas, cuando se sabe, que todos o casi todos los pacientes quedan a medias en sus tratamientos. La salud de los potosinos pasa a ser tercer plano, las prioridades del gobierno no son las prioridades de la gente.

Si, mucha feria, jolgorio, artistas, premios, ¡muchos premios! desde escobas de diamantes y arboles (que se secaron) y no hay tratamientos para el dengue, por ejemplo. Dicen que gobernar te hace experto, ¿En qué?  En evitar sobresaltos, ¿Cómo? Evitando la realidad. 

Los residentes médicos del Hospital Central son quienes mas la sufren, 350 residentes, hicieron demandas, para que se atendieran las dos principales vertientes del problema, el sistema administrativo y lo financiero, todas las especialidades están prácticamente colapsadas, ven a pacientes en estado grave y no pueden realizar ni una operación, ya hasta les da temor recibir a una persona en labor de parto, por alguna complicación que pudiera atener, el hospital para muchos ya no es opción, para los pobres menos, terminan yendo con un particular y prácticamente pierden su poco patrimonio.
¡¿Qué no somos potosinos?! o nacimos por error en esta tierra que ve sufrir a muchos y nuestros gobernantes voltean para otro lado.
Entre agua y basura la verdad se asoma

Tormentas, agüitas, chipichipis y la ciudad un caos, las albercas urbanas salieron a relucir por donde se pasaba, si bien el alcalde hace un llamado a no tirar basura, las alcantarillas se tapan, es conocido de todos que la prioridad no es el desazolve, destapan una alcantarilla, la publicitan con bombos y platillos, cuando fue reportada por los vecinos hace dos o tres años, cuando llueve el agua se regresaba por los escusados. Los programas permanentes no es lo fuerte del edil, pues al hacerlo, no tendría dinero para tanta publicidad, 270 millones en 3 años, ¡bendito Dios!

Realmente no se requiere ser un ingeniero para conocer cual es el problema real, los drenajes de la ciudad son tan viejos que la red esta colapsada, aunada a la falta de mantenimiento de parte del ayuntamiento, pero mientras no exista un equilibrio entre la necesidad de la población y los caprichos del alcalde, difícilmente tendremos una ciudad que llegue siquiera, a los primeros lugares para vivir. La movilidad es un fracaso, nos hicieron creer que la ciudad tendría la mejor semaforización del país, moderno y eficiente, pero la realidad es que los semáforos inteligentes resultaron ser uno de los grandes problemas para la movilidad de la ciudad.

Veremos que nos dicen en sus informes los gobernantes, si están dispuestos abrir y transparentar todo lo que informen, por lo pronto el despilfarro en propaganda está a la vista.

Todos somos potosinos y sabemos de las necesidades de la gente, solo queremos saber si realmente ambos, el gobernador potosino y el edil potosino, hacen ciudadanía, o se la están guardando para el 2027.

Nos saludamos pronto

Oscar Esquivel