Domingo 13 de Octubre de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

MEMORIAS DE DOLOR

Claudia Martínez Jasso | 21/09/2024 | 23:38

Las memorias de dolor desfilan frente a ti en las pesadillas de la noche profunda, en el dolor de estómago, de espalda, de rodillas, en el escozor y la comezón, en el congelamiento ante comentarios aparentemente no mal intencionados, en el bruxismo nocturno, en la tensión muscular, en una tristeza larga y una mirada apagada que no sabes de dónde vienen.
 
Las memorias que conforman el cuerpo del dolor se van acumulando en las costuras del silencio, en todo lo no dicho, lo no reflexionado, lo no comprendido. Y entonces tu coraza va creciendo, la armadura defensiva va endureciendo hasta que puedes petrificarte. Y si vives acorazado(a), es muy difícil que el Alma respire, que te abras a la vida, al amor, a la sincronicidad.
 
¿Cómo es que pueden llegar los Milagros y las bellas manifestaciones si estamos escondidos en un bunker de resentimientos?
 
Hay que tener mucho amor propio y una gran valentía para deshacer los dolores no vistos del ayer. Tocar, sentir, llorar y permitirle a la emoción que sea y que realice su función; liberarnos. Los órganos internos también guardan recuerdos, conflictos y palabras que como dagas siguen rasgando nuestra memoria. Existe la medicina perfecta para renacer y realizar una transformación hacia un nuevo vuelo, la escucha y el movimiento.
 
¿Te has detenido a hablar con el dolor de espalda, o de inmediato simplemente te ignoras y buscas silenciar el mensaje que te trae desde lo más profundo de tu inconsciente biológico? ¿Te has dado un momento para conectar con tus emociones y con el acompasamiento de tu respiración y permitirte expresar en compañía del amor Divino aquello que en su momento se reprimió? ¿Has movido tu cuerpo sintiendo tus músculos, tendones, huesos, fascias?
 
El Universo es constante movimiento y cambio, transformación y renovación. Abrázate, toca tu piel, acaricia tu pecho y mira tu rostro frente al espejo.
 
¿Te has mirado directamente durante unos momentos a los ojos?
 
Reconoce el sentimiento y la mirada con la que percibes el mundo y entonces todo se moverá para tu máximo bien, porque habrás abierto un camino de esperanza. Volverte a sincronizar con el movimiento Universal te abrirá un campo infinito de posibilidades. Entonces baila, danza, muévete, permítete recibir un masaje terapéutico, habla de tus emociones en una terapia, en algún grupo evolutivo de apoyo y desarrollo humano. Pide hoy al Amor Divino que te muestre el camino para realizar tu metamorfosis. No te preocupes, el resultado para esto siempre es libertad y luz en tu camino.
 
Las memorias de dolor también habitan las casas, se quedan dormidas, aletargadas o sollozando en los muebles viejos, en lo profundo de un armario o en una planta sedienta. Los hogares también se acorazan y se ensucian de antiguos resentimientos, palabras que resuenan con la tristeza, el odio, la envidia o la desesperanza. Una casa también es un útero, un recinto sagrado que requiere de amor y transformación. Todo lo que no es útil o bello, todo lo que al mirarlo estrecha al corazón más vale dejarlo ir. ¿Qué dirían las paredes de tu casa si tuvieran ojos y labios? Llena tu hogar de vida, de nuevas memorias, de música, de inciensos, de aromas y risas. Llena tu cuerpo de nuevas memorias de caricias, de comprensión, de presencia. Mereces amor, respeto, luz, pues siempre has sido un Alma eterna y perfecta, así que podemos habitar nuestros espacios físicos desde el perdón y una recodificación a lo más elevado y luminoso.
 
Las memorias de sufrimiento habitan en los libros, los escritos, las fotografías, la ropa vieja, las contracturas, la pasividad, el no movimiento, los deseos reprimidos, los duelos no resueltos, los lutos alargados y el trauma. Escribe, narra, expresa todo secreto que ha edificado muros en tu Ser, pinta, danza, haz teatro, dibuja, haz música, realiza cine, crea. Las Bellas Artes siempre han sido transmutadoras celestiales. La expresión es la aguja con la que tejes tus alas y la Conciencia el hilo dorado que te permite reconstruirte. Somos agua, somos aire, minerales, fuego, pidamos a estos elementos que nos refresquen, nos acompañen a transformarnos.
 
Elige desde el corazón a quien pueda acompañarte a amar tus memorias, mirarlas, sentirlas, llorarlas y liberarlas como ofrenda a la tierra para que se conviertan en Sabiduría. Y es que finalmente eso son las memorias de dolor, Sabiduría no reconocida. ¿Te animas a derretir tus corazas? ¿Sabes por qué es necesario? Porque eres único(a) y los demás merecemos disfrutar de tu amor y tu luz, apreciar tus dones y talentos y darte en reflejo el amor más grande que existe que es el de la Unidad. Que el cielo te acompañe en tu sendero.
Gracias por caminar juntos.
Tu terapeuta
Claudia Martínez Jasso.
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