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Seguridad del paciente evita bajas laborales y daños irreversibles a la salud

Secretaría de salud | 20/09/2024 | 10:43

La seguridad del paciente debe ser prioridad para los sistemas de salud en el mundo; se estima que hasta 80 por ciento de las afectaciones a pacientes durante el proceso de atención médica puede evitarse con los estándares actuales de cuidados sanitarios, señaló el residente de la especialidad en Medicina Preventiva de la Escuela de Salud Pública de México (ESPM)/ Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Julio de la Rosa Rodríguez.
 
En la sesión conmemorativa por el Día Mundial de la Seguridad del Paciente, que se llevó a cabo en el Hospital Nacional Homeopático, De la Rosa detalló que los estándares actuales de cuidados sanitarios se basan en el correcto lavado de manos y el uso de la Hoja de Verificación, una herramienta que enumera los elementos a observar para cumplir los estándares de seguridad.
 
Resaltó la relevancia de la prevención de eventos adversos, toda vez que producen bajas laborales, aumentan los días de estancia hospitalaria y el gasto en salud; además, el riesgo es mayor conforme incrementa el tiempo de hospitalización.
 
Dio a conocer que la Organización Mundial de la Salud (OMS) impulsa el Plan de Acción Mundial para la Seguridad del Paciente 2021-2030, que consta de siete acciones relacionadas con factores clave de prevención, y cada país hace las adecuaciones necesarias conforme a sus necesidades.
 
México ha dado respuesta al llamado de la OMS para elevar la seguridad del paciente, con la implementación del Modelo Único de Evaluación de la Calidad (MUEC) y de acciones ajustadas a las metas internacionales, indicó.
 
Precisó que, además del correcto lavado de manos y el uso de la Hoja de Verificación, se debe contar con un sistema de registro de eventos adversos en el entorno hospitalario, que permite efectuar acciones para mitigarlos.
 
También se difunden algoritmos de atención clínica para elevar la calidad de la atención; están disponibles las guías de práctica clínica y el Manual para la implementación de los paquetes de acción para prevenir y vigilar las infecciones adversas asociadas a la salud (IASS).
 
Asimismo, profesionales de la salud reciben capacitación constante sobre las mejores prácticas encaminadas a la seguridad del paciente.
 
Destacó que los eventos adversos pueden ocasionar lesiones en los pacientes, complicaciones, discapacidad, estrés postraumático, ansiedad, pérdida de confianza en el sistema de salud, cambios en la dinámica familiar, aislamiento social y pérdida de ingresos.
 
Añadió que, conforme a la OMS, la seguridad del paciente involucra actividades organizadas, procesos, procedimientos, tecnologías y entornos en la atención a la salud, con el objetivo de disminuir riesgos de forma constante y sostenible; reducir la aparición de daños evitables y errores.
 
Entre las principales causas de daño a los pacientes en el mundo, están los errores en la prescripción de medicamentos; intervenciones quirúrgicas y diagnósticos inadecuados; infecciones asociadas a la atención de salud; caídas de pacientes; tromboembolias venosas; lesiones por presión; prácticas riesgosas de transfusión de sangre; identificación de pacientes y prácticas riesgosas de inyección.
 
Puntualizó que la OMS recomienda trabajo conjunto en el que participen pacientes, familiares, personal de salud y autoridades, para mejorar la seguridad del paciente durante el proceso de atención.
 
Recordó que desde 2019 se conmemora el Día Mundial de la Seguridad del Paciente; este año el lema es “Diagnósticos correctos, pacientes seguros”.
 
El especialista del Hospital Nacional Homeopático, Issac Patlán Rodríguez, dijo que existe amplio consenso respecto a que la participación genuina ayuda a mejorar la gestión del sistema sanitario y, por tanto, la seguridad de las personas.
 
La coordinadora del Centro de Aprendizaje en Capacitación Clínica por Simulación de la Escuela de Enfermería del Instituto Nacional de Cardiología, Magdalena Sierra Pacheco, precisó que la simulación es un método que se emplea para reproducir una experiencia clínica sin pasar por el evento real, permitiendo que los profesionales experimenten la representación de un acontecimiento.
 
Esto les ayuda a practicar, aprender, evaluar y fortalecer el desarrollo de habilidades; además, minimiza errores humanos que pueden presentarse con pacientes, finalizó la especialista.