Fincas abandonadas, un peligro latente

Alto riesgo de derrumbe en 15 inmuebles del Centro Histórico

De acuerdo con el comisario Juan Antonio Villa Gutiérrez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), son al menos 15 los inmuebles que forman parte del registro de viviendas con alto riesgo de derrumbe en la capital potosina, particularmente en los barrios de San Sebastián y San Miguelito.

Villa Gutiérrez señaló que el monitoreo en estas viviendas es constante a través del Comité del Centro Histórico, la Coordinación de Protección Civil y la propia SSPC, a fin de evitar cualquier incidente con la ciudadanía.

Detalló que "Hemos mantenido esa revisión, sobre todo en la zona centro, hemos estado poniéndole especial atención a esas viviendas que algunas tienen más de 100 años, otras están en completo abandono".

Explicó que aunque gran parte de estos inmuebles pertenecen a herederos de los propietarios originales, a la mayoría no les interesa continuar brindando mantenimiento, son generaciones que migraron a otra zona de la ciudad o simplemente lo ven como un costo extra, por lo que prefieren dejarlas en el abandono.

Persiste problema 

El Consejo de Seguridad del Centro Histórico, desde hace ocho meses ha advertido sobre la cantidad de fincas que están abandonadas, y que por lo endeble de sus estructuras son un alto riesgo de colapso que puede afectar a la ciudadanía, señaló Alejandrina Cedillo, empresaria integrante de ese organismo, admitió que la solución conlleva un proceso largo y complejo.

La empresaria explicó que el Ayuntamiento no puede intervenir de manera directa, en contribuir con reparaciones o limpieza.

Admitió que la amenaza crece porque con las lluvias, hay reblandecimiento del adobe, trabes de madera y otros materiales utilizados, y colapsan de manera súbita.

El problema se debe también a que varias fincas fueron abandonadas por sus propietarios, ahora radicados en otras entidades federativas o hasta en otros países.

En el Consejo de Seguridad, apuntó que generan alerta también esas fincas abandonadas, porque son invadidas, y utilizadas para cometer actividades delictivas o comportamientos antisociales.