Tras una semana sin clases debido a la violencia en municipios como Culiacán, Elota, Cosalá y San Ignacio, en Sinaloa, el regreso a las aulas ha estado marcado por un notable ausentismo y descontento de los padres de familia.
A pesar del anuncio de la Secretaría de Educación Pública del Estado de reanudar las clases presenciales, muchos planteles optaron por mantener las clases en línea, priorizando la seguridad de los niños y niñas ante la persistente inseguridad.
La propia secretaría de Educación Pública del Estado, Catalina Esparza, protagonizó una polémica durante un recorrido que realizó en la Secundaria Técnica número 1, donde ni el personal directivo ni los profesores se presentaron, sumándose a la decisión de proteger a los alumnos con clases virtuales.
Esparza minimiza la violencia en el Estado
En un video en vivo que subió a redes sociales, Esparza mostró el plantel vacío y minimizó la situación de violencia que ha mantenido a gran parte de la población en alerta.
"Desde la Secundaria Técnica número 1 son las 7:20 minutos de la mañana, la escuela luce desierta, no atendieron la indicación que se les dio anoche a los supervisores. Les informo que estoy yo aquí, no pasa nada, vengo de El Tamarindo, La Conquista y otras secundarias, ando sola, no traigo chofer, no traigo guaruras, porque luego dicen que es peligroso moverse y yo no veo por ningún lado el peligro", afirmó Esparza, en una declaración que generó una ola de críticas en redes sociales.
La acción de la secretaria ha sido percibida por muchos como un acto de hostigamiento, especialmente entre los padres de familia y docentes que han decidido mantener a los estudiantes a salvo en casa. Las declaraciones de Esparza no solo minimizaron la preocupación por la inseguridad, sino que también desestimaron el miedo real que ha afectado a cientos de familias en Sinaloa.
Mientras tanto, la violencia sigue presente en la región. En las últimas horas, un enfrentamiento entre grupos delincuenciales en el poblado Guadalupe Victoria “El Atorón”, en Eldorado, dejó tres ranchos quemados y cinco vehículos abandonados, algunos incendiados. Estos hechos refuerzan el temor de la ciudadanía y aumentan la presión sobre las autoridades para que se tomen medidas más contundentes para garantizar la seguridad.
A pesar de los operativos implementados por el gobierno estatal, el ambiente de inseguridad prevalece.
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