Miércoles 16 de Octubre de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Sanar el vínculo con mamá y papá

Claudia Martínez Jasso. | 13/09/2024 | 21:36

En la Mente más elevada, aquella que está conectada a la Sabiduría del Espíritu existen dos arquetipos básicos para que nuestra vida fluya en la abundancia, la prosperidad y la alegría de vivir, la del Padre y la Madre perfectos
 
El estatus más alto de la feminidad es aquella mujer que nutre, acompaña, abraza, consuela, aconseja, cura, sostiene emocionalmente, sana y desde su adultez y amor propio logra crear una atmosfera de armonía perfecta. Una Madre resuelta, que está realizada, es profundamente amada por su hombre, el Padre de su progenie, a la vez que goza de una conexión Espiritual profunda y disfruta de una plenitud en sus centros emocional, intelectual, sexual-creativo y material. 
 
A la par se encuentra el Padre elevado, aquél varón que protege, provee, sostiene, guía, consuela, acompaña, está presente y plenamente realizado en la alegría de vivir, hace crecer la armonía de la abundancia que la Madre de sus hijos ha creado para que se multipliquen la alegría, la creación, el amor y la Sabiduría de un hogar luminoso. Y por supuesto, que también está realizado e íntegro en sus centros emocional, intelectual, sexual, creativo y material. Sí, claro…Todo esto suena hermoso y como he mencionado anteriormente, esta pareja perfecta, estos padres elevados, esta paternidad y maternidad ideales existen como energía, como arquetipo, como una naturaleza en potencia, pero en el mundo de lo tangible, no alcanzamos aún esa perfección en la mayoría de los casos. 
 
Si es que decidimos darnos la oportunidad de realizar un proceso evolutivo y hacernos conscientes de lo inconsciente podemos avanzar hacia nuestra propia realización y poner en escena Paternidades y Maternidades que se acerquen a estos arquetipos. Pero hay que comprender que, si miramos hacia atrás, a nuestros abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y así a la ancestralidad, se ve un horizonte oscuro, en dónde las oportunidades que hoy tenemos de sanar patrones familiares, salir de repeticiones de violencia y abusos de muchas índoles, antes ni siquiera como probabilidad existían. 
 
Entre más atrás miremos, tal vez encontremos más dolor, supervivencia, dogma, prohibición, represión, entre otras cárceles mentales y por supuesto una mucha menor oportunidad de información como la que ahora gozamos y de la que nos podemos servir para cesar de repetir con la descendencia lo que allá atrás se soportó en silencio. Así que, hoy, te invito a mirar a tus Padres desde un lugar de Conciencia plena. Muchas personas pueden estar viviendo en cuerpos de adultos y seguir siendo niños. 
 
La enfermedad mental, emocional, física y espiritual puede estar siendo más fuerte que el impulso de la vida hacia el bienestar. Muchos otros están programados(as) intrincados(as) en lealtades familiares y repeticiones de las que no tienen idea y que tal vez, jamás acepten, porque no van a ir a una terapia o a realizar un proceso de autodescubrimiento. Otras personas viven atrapadas en adicciones y sufren de caídas de conciencia muy profundas de las que no es fácil salir. Tu Padre y tu Madre, pudieron lastimar tu corazón, faltarte, o simplemente no les fue posible mirarte a ti, sino que a otro miembro de la familia a quien tú sin saber has representado en el sistema familiar sin siquiera saberlo.
 
Cuándo piensas en tus Padres ¿Qué sientes? ¿Sientes una herida de abandono, de rechazo, de injusticia, de humillación, de traición? ¿Aún quieres que ellos cambien? ¿A caso estás posicionado(a) como alguien más grande que ellos? ¿No has tomado tu lugar como él o la pequeño(a)? Desacralizar a nuestros progenitores es un acto necesario para madurar. Verlos con todos sus defectos humanos y aceptar lo que es, permaneciendo en una gratitud humilde por haber recibido la vida de ellos es un gran paso hacia la felicidad. No te digo que soportes violencias de ninguna índole, tampoco que justifiques ningún acto o circunstancia insalubre, pero si te invito a mirarlos como los humanos que son, con cargas, programaciones, heridas y desinformación. 
 
Es verdad que Papá y Mamá te dieron todo lo que tenían y seguramente más de lo que a ellos les tocó. Hacer tu trabajo interno para darles un lugar en tu corazón a la vez que sanas en ti las marcas que de ese vínculo permanecen en tu Alma es primordial si deseas convertirte en un(a) adulto(a) que brinda amor, Sabiduría y respeto. Honrarlos en realidad quiere decir, que no permitirás violencia, que les devolverás con amor sus responsabilidades, que serás el o la pequeña ante ellos y que disfrutarás una vida plena y feliz para que valga lo que ellos te brindaron a ti que es la vida, independientemente de las circunstancias que hayas pasado con ellos. Te conviertes ahora en tu propio Padre y Madre internamente. 
 
Te das lo que no te dieron. Abrazas a tu niño(a) interna(o) y lo o la colmas de amor y atenciones. ¿Te atreves a sanar tu vínculo con ellos? La relación con tus Padres en el mundo físico es otra cosa, pero el vínculo es algo interno, lleno de poder y vibracionalmente es simplemente, tu canal de energía vital. Papá y mamá: Me dieron lo que tuvieron y pudieron. Entrego el dolor al cielo y agradezco con amor la vida que de ustedes me vino. Les doy un lugar en mi corazón y gozo de mi vida en plenitud en su honor. Gracias eternas Papá y Mamá. Si sientes un movimiento en tu corazón ahora mismo que has leído estas últimas palabras, estás creando un camino de luz para todos nosotros.
Gracias por caminar juntos.
 
Tu terapeuta
Claudia Martínez Jasso.