Transcurría el 2007 cuando Fiat lanzaba el pequeño 500, modelo que, en México se le vendió bastante bien a la marca principalmente entre las damas, que gustaban de su peculiar diseño y silueta compacta. Sin embargo, la revolución llegó cuando la firma italiana presentó el 500 Abarth, la variante “venenosa” del modelo y, quizás, la que más actitud y “picante” ha tenido entre muchos autos de este segmento.
Ruidoso, veloz, ágil, manejable, novedoso en diseño, personalizable, etc. Muchos queríamos un 500 Abarth y por suerte me tocó manejarlo mucho porque hoy, 17 años después, la marca italiana confirma que ahora sí se va, dejándole el camino a los nuevos modelos que miran ya hacia la electrificación: el 500e y el Ibrida.
El motor 1.4 T-jet también se despide con la edición Abarth 695 Limited 75°, única versión en montar un turbo GT 1446 firmado por Garret para alcanzar los 178 hp y 184 lb-pie. Además, entre otros “juguetes”, el 695 también contaba con válvulas activas en el escape, amortiguadores KONI FSD, rines de 17”, asientos Recaro, etc.
Y sí, tal vez Fiat tenga planeado cubrir ese espacio con la eventual llegada del 600e Scorpionissima, pero no será igual que todo aquello que nos encantaba del ronco 1.4 T-jet. Ni hablar, buscar algún modelo usado en buenas condiciones puede ser misión imposible, pero quizás un golpe de suerte lo lleve algún día a nuestro garage; ¡Buen viaje, Fiat 500 Abarth!