En caso de que México pierda su grado de inversión, el costo financiero del País podría aumentar entre 14 mil 23 millones de pesos y 73 mil 861 millones de pesos dependiendo de cuántas agencias calificadoras recorten la nota crediticia, de acuerdo con estimaciones de la organización México Evalúa.
Las calificadoras de riesgo como Fitch, Moody's y Standard & Poor's (S&P) han advertido que el paquete de reformas constitucionales, y en particular la del Poder Judicial, podría reducir la gobernanza de México y afectar la calificación crediticia del País.
Al desagregar el impacto presupuestario por perder el grado de inversión, México Evalúa proyectó que el costo financiero sólo por Fitch sería de 14 mil 23 millones de pesos, por Moody's o S&P sería de 28 mil 402 millones.
Si bajan la calificación Moody's y Fitch, o S&P y Fitch, el costo sería de 43 mil 155 millones de pesos; sin embargo, si las tres calificadoras bajan el grado de inversión de México, el costo financiero escalaría hasta los 73 mil 861 millones de pesos anual.
"De materializarse un recorte, se perderían las mejoras logradas en los últimos 20 años y llevaría a una situación de aversión de parte de los inversionistas no observada desde la década de 1990", advirtió la organización en un análisis publicado este jueves.
Esta situación, añadió, podría desestabilizar el pago de los intereses de la deuda, los cuales ya están en máximos históricos. Al cierre de 2023, el servicio de la deuda pública (también llamado el costo financiero de la deuda) rompió el techo del billón de pesos y cerró el año en un billón 45 mil millones de pesos, lo cual no se había visto desde 1990 cuando la economía mexicana iba saliendo de la crisis de deuda de los años 80.
México Evalúa explicó que la confianza del sector financiero es determinante en la tasa de interés que deben pagar los países para acceder al financiamiento.
"Uno de los principales indicadores que analizan los prestamistas e inversores es la nota crediticia (o calificación de riesgo) que asignan las agencias calificadoras. Cuando los gobiernos pierden la confianza del sector financiero, irremediablemente enfrentan mayores costos de financiamiento, lo que les resta recursos para invertir en otras áreas", se enfatizó en el análisis.
Dichas calificaciones crediticias sirven a los prestamistas para medir el nivel de riesgo de impago de las instituciones evaluadas. A mayor riesgo, mayor es la tasa de interés que se exige a los solicitantes de préstamos.
"Si dos agencias calificadoras sitúan el nivel de riesgo de un país por debajo del nivel de inversión, se pierde dicho estatus a nivel internacional. Además de enfrentar mayores tasas de interés, puede haber salida de capitales", alertó México Evalúa.
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