Desde hace un tiempo, las personas que luchan para perder peso han optado a fármacos como Ozempic, que principalmente funciona contra la diabetes, y Wegovy, que en 2021 fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para combatir la obesidad.
Sin embargo, un reciente estudio descubrió que la semaglutida, el componente principal de dichos fármacos, puede reducir el riesgo de muerte por COVID-19 e incluso retrasar el envejecimiento.
Es cierto que Ozempic se ha mantenido bajo polémica por los extraños efectos secundarios que provoca, cuando se administra para bajar de peso. Algunos creen que también podría causar disfunción eréctil.
No obstante, los nuevos datos publicados en el Journal of the American College of Cardiology sugieren ahora que las ventajas podrían ser más provechosas que las reacciones secundarias. Pero no deja de ser fundamental la supervisión de un médico.
Los resultados también fueron presentados en la Conferencia de la Sociedad Europea de Cardiología de 2024.
Ozempic y Wegovy reducen el riesgo de muerte ante cualquier causa
Harlan Krumholz, profesor de la Facultad de Medicina de Yale, conversó con la BBC y afirmó que la semaglutida “tiene beneficios de gran alcance que van más allá de lo que imaginamos inicialmente”.
Y de acuerdo a la investigación, ambos fármacos (Ozempic y Wegovy) pueden reducir el riesgo de muerte por cualquier causa, incluyendo el COVID-19, además de tratar enfermedades asociadas con insuficiencia cardiaca, Alzheimer y cáncer.
Por si fuese poco, también descubrieron un efecto antienvejecimiento. “No me sorprendería que mejorar la salud de las personas de esta manera en realidad ralentice el proceso de envejecimiento”, dijo Krumholz.
Un total de 17,604 pacientes, de 45 años o más, formaron parte del ensayo SELECT, asignados aleatoriamente en dos grupos: uno para recibir una inyección de semaglutida y otro un placebo. Fueron administrados durante poco más de 3 años.
El estudio aclara que todos los participantes padecían alguna enfermedad cardiovascular, pero ninguno tenía diagnosticada diabetes.
El grupo que recibió la semaglutida experimentó una tasa más baja de muerte, frente a distintas causas, incluyendo el COVID-19, en comparación con la cohorte que se administró el placebo.
El doctor Benjamin Scirica, profesor asociado de medicina cardiovascular en el Brigham and Women’s Hospital, reconoció que no estaban evaluando los efectos que tendría la semaglutida en las personas con COVID-19, pero cuando surgió la pandemia comenzaron a analizar datos y estudiar la relación.
“Estos hallazgos refuerzan la idea de que el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de muerte debido a muchas etiologías que pueden modificarse con terapias como la semaglutida”, sentenció.