Claudia Guadalupe Martínez Jasso | 06/09/2024 | 12:43
Cuando te reconoces en tu Ser esencial, en la luz que eres, cuando conectas con tu sabiduría profunda y escuchas a tus sentimientos intuitivos, puedes lograr materializar aquellos anhelos de tu Alma, que leyendo esto recuerdas y que posiblemente no le has contado a nadie o bien a pocas personas que representan en tu vida, el rol de confidentes.
Eres Él o La protagonista de tu vida, eres también un personaje único, con una huella Álmica absolutamente auténtica. ¿Cuándo fue la última vez que te escuchaste con atención? ¿Sabes cuál es la misión de tu vida o el propósito superior que tu Espíritu ha deseado experimentar en la tierra? ¿Conoces tus deseos más elevados o solamente has ido moviéndote con la inercia de lo ya establecido? ¿Has hecho la tarea de acallar el ruido externo y sincerarte contigo mismo(a) frente al espejo que surge frente a ti, cuando cierras los ojos y te quitas las máscaras?
Literalmente tocar tu corazón con las dos manos, escuchar los latidos que son la música del Universo, el ritmo que todo lo conecta, la respiración de la creación, te lleva a entrar en el pulso de la magia de manifestar. ¿Cuántas lecciones y bendiciones han de contar en tu haber de la historia de tu existencia? ¿Cuántas experiencias épicas habrá en tu memoria de las líneas del tiempo? ¿Cuántas personas habrás marcado con la huella de tus palabras, la energía de tus acciones y el recuerdo de tu sonrisa? ¿Cuántas personas te han amado y aún a través del tiempo y las dimensiones en este momento te recuerdan en ese ritmo de la pulsación que recorre tu sangre? Aún y considerando que llevas en ti una Sabiduría atemporal y que eres una maravilla de la creación, ¿Crees que es difícil hacer realidad tus sueños? No. En absoluto. Solamente hay que recordar tu origen luminoso lo que representas en el mundo. La respiración es el violín y el corazón el danzante. Existe una llave mágica que al permitir que el bailarín vibre con las cuerdas, abre una puerta y es la vibración del agradecimiento.
La gratitud por todo, por lo que eres, lo que tienes, lo que disfrutas, lo que aprendes alojado en tu pecho, a la vez que respiras, al mismo tiempo que sientes los latidos y a la vez que imaginas a colores tu sueño manifestado, sintiéndolo todo y con la absoluta fe de que eres un manifestador consciente, te hará experimentar esa posibilidad más temprano que tarde. Sobre todo, si confías en el amor que te ha creado. Si confías en la maravilla celeste que tú eres. Si recuerdas que todo aquello que deseas y cuando lo ves en tu cine interno te hace temblar o te llena la faz de una gigante sonrisa, es porque es un deseo legítimo del bien Supremo.
Lo más importante de todo para poder poner en escena, en este teatro Divino, tus fragantes sueños, es que cortes de tajo, definitivamente, para siempre y con una firme contundencia, las creencias limitantes. Que rompas con dogmas inservibles, con creencias ortodoxas y que están alejadas de las virtudes. Mientras tú te muevas en la compasión, la generosidad, la templanza, la paciencia, la empatía, la belleza, la bondad entre otros colores brillantes del Espíritu, tienes en tus manos el plasma, la energía perfecta para esculpir los escenarios que llenos de amor, salud y riqueza que tu Alma recuerda y sabe que viniste a mostrarnos a los demás y que podemos disfrutar de tu arte único de manifestación. Antes de ello, habrá que hacer un trabajo de introspección, de perdón, de reconocimiento de tu propia sombra, tus heridas, tus rencores y todo aquello que no ha sido mirado con el amor que merece para ser utilizado como materia prima al tejer tus sueños.
Entonces si recapitulamos lo dicho, primero, realiza un viaje a tu interior en medio de un profundo silencio, después escucha tus latidos y déjate embriagar por la gratitud, posteriormente a la par que respiras profundamente permite que el ritmo de tus pulsaciones y la sabiduría de tu Alma te envíen las imágenes de aquello que deseas experimentar, tener o vivir, después recuerda que eres sumamente amado(a) y finalmente, espera a que eso que viste en tu Universo interno se materialice. Ten fe. Todo lo que ves sobre la tierra primero fue una idea conectada a un sentimiento y esculpida con la energía universal.
Y siempre, claro habremos de manifestar bajo la premisa del deseo del bien supremo para nosotros y los otros. Eres un(a) Mago(a). Confía. Y si te has rendido, y si hay un peso gris en tu espalda o un humo de tristeza que aturde tu fe, recuerda tres veces que en esta vida has sido sorprendido por un amor que va más allá del lenguaje, un amor que te asistió cuando lo necesitaste, un milagro o sueños anteriores cumplidos. Si sucedió una vez, puede suceder millones de veces más. No te rindas, descansa, pero no te rindas.
Vamos al mismo lugar y ¿Sabes? El final está asegurado como un desenlace feliz. Aún es tiempo. Abre tus cajones y desempolva esos sueños que de infante olvidaste o descubre aquellos que en secreto viven amurallados en celdas de tus corazas inconscientes. Aún es tiempo. Confía. Suelta y mil veces confía en el amor que te hace seguir respirando y lo hará incluso cuando dejes este planeta. ¿Qué es lo que más anhelas?
Gracias por caminar juntos.
Tu terapeuta
Claudia Guadalupe Martínez Jasso