Un partido político de corte evangélico de Suiza ha amenazado con plantear una iniciativa popular para impedir la celebración el próximo año del concurso Eurovisión en la ciudad de Basilea por considerar que se trata de “un evento de propaganda de los medios homosexuales y woke”.
El objetivo del partido Unión Democrática Federal (UDF) es bloquear el crédito de más de 35 millones de euros aprobado por las autoridades locales para que el certamen pueda realizarse.
El presentador de televisión que presenta Eurovisión en Suiza desde hace treinta años, Jean-Marc Richar, ha comentado a medios locales que el hecho de que un grupo se oponga a que su ciudad acoja el concurso musical y que lance un referéndum al respecto forma parte de los principios de la democracia suiza.
El sistema de gobierno suizo implica que los ciudadanos pueden pronunciarse sobre casi cualquier tema reuniendo un número determinado de firmas para lanzar referéndum, cuyo resultado las autoridades deben respetar.
El partido UDF también acusa a Eurovisión de transmitir una ideología antisemita y el satanismo, una afirmación que basa en que en la última edición la canción presentada por Irlanda hacia alusión al diablo.
Para lanzar un referéndum sobre esta cuestión a nivel del cantón de Basilea, la agrupación política debe reunir 200.000 firmas en los próximos 41 días, aunque un portavoz de la cadena pública suiza SRG SSR -coorganizadora del evento- señaló que incluso si los ciudadanos apoyan la propuesta, Eurovisión se realizará aunque en un formato más reducido.
Las autoridades de Basilea han transmitido tranquilidad y asegurado que harán campaña en favor del certamen, previsto del 13 al 17 de mayo próximo, explicando al público los múltiples beneficios que el evento aportará a la ciudad.
Anteriormente, Suiza ha acogido dos veces Eurovisión: en Lugano en 1956 y en Lausana en 1989.