El Economista | 01/09/2024 | 14:13
Los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) son una llamada a la acción para intentar erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la paz y prosperidad mundial para 2030. Estos objetivos, adoptados en 2015 por todos los Estados miembros de la ONU, abarcan una gama de aspectos sociales, económicos y ambientales.
Aunque no se menciona explícitamente en los ODS, la educación financiera juega un papel crucial en la consecución de varios de estos objetivos, especialmente aquellos relacionados con la erradicación de la pobreza, el trabajo decente, el crecimiento económico y la reducción de las desigualdades.
Objetivo : poner fin a la pobreza
El primero de los objetivos se refiere a la reducción de la pobreza en todas sus formas en todo el mundo. Las investigadoras Adele Atkinson y Flore-Anne Messy argumentan al respecto: “La educación financiera es un determinante clave para el desarrollo económico sostenible, al permitir a las personas tomar decisiones financieras informadas”.
Objetivo : garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad
Integrar la educación financiera en los sistemas educativos promueve una educación de calidad y prepara a los jóvenes para que puedan afrontar de manera informada la toma de decisiones financieras. La UNESCO afirma que “la educación financiera en las escuelas es esencial para equipar a los jóvenes con las competencias necesarias para tomar decisiones financieras prudentes a lo largo de su vida”.
Objetivo : promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible
La educación financiera también contribuye al crecimiento económico, al empleo y trabajo decente para todos al fomentar el emprendimiento y la innovación financiera. La alfabetización financiera mejora la capacidad de los individuos para iniciar y gestionar negocios, lo que a su vez promueve el crecimiento económico y la creación de empleo.
Objetivo : reducir la desigualdad
En relación a la reducción de las desigualdades, hay estudios que sugieren que programas de educación financiera bien diseñados pueden tener un impacto significativo, contribuyendo a la equidad económica.