Cuando los conquistadores españoles descubrieron los depósitos de oro y plata en los alrededores de lo que hoy es la capital potosina, en 1592, instalaron un asentamiento que fue consagrado conforme a la religión Católica, a San Luis Rey de Francia, por lo que se llamó San Luis pero agregaron 'Potosí' porque lo compararon con las ricas minas de plata en Bolivia, con las que esperaban rivalizar, aunque esto nunca se cumplió.
Muchos se preguntan por qué se encomendó la ciudad a un santo francés si los conquistadores y colonizadores eran españoles, y la respuesta es muy sencilla: San Luis Rey pertenecía a la Orden Franciscana, que fueron los primeros colonizadores de la región; y aún hoy día se considera dentro y fuera de su país, la encarnación del modelo ideal de monarca cristiano.
Otras poblaciones encomendadas a San Luis Rey
En su honor se han nombrado muchas ciudades y pueblos en todo el mundo, entre otros: San Luis Talpa, en el Departamento de La Paz, El Salvador, la isla de San Luis, en París, Francia, la región de Saint Louis en Senegal, el lago Saint Louis en Canadá, la ciudad de San Luis en el estado de Misuri, dos municipios en Cuba y cinco en Filipinas, la ciudad y el estado de San Luis Potosí en México, San Luis del Marañón en Brasil, la ciudad y provincia de San Luis y San Luis del palmar en Argentina, así como las ciudades mexicanas de San Luis de la Paz, San Luis Coyotzingo, San Luis Anáhuac y San Luis Acatlán.
Pero ¿Quién fue San Luis Rey de Francia?
Además de ser un católico extremadamente devoto, fue rey de Francia desde 1226 hasta su muerte en 1270 y gobernó con el nombre de Luis IX de Francia. Fue canonizado y nombrado santo de la Iglesia Católica por el papa Bonifacio VIII en 1297, y su fiesta se celebra el 25 de agosto.
Su reinado es recordado como una edad de oro en la Edad Media, en la que el Reino de Francia experimentó un apogeo político y económico gracias a las importantes novedades que implementó, entre las que destacan la justicia real francesa en la que, al menos en teoría, cualquier persona podría apelar para obtener una sentencia del rey. Prohibió las ordalías, eliminó las guerras privadas e introdujo la presunción de inocencia en los procedimientos criminales.
Festejos
Los festejos al Santo Patrono de la ciudad han cambiado a lo largo del tiempo, pero en las primeras etapas tenían una gran mezcla de paganismo y cristianismo que se fue perdiendo poco a poco.
Tristemente esas ceremonias fueron dejando de hacerse, en gran medida por el ritmo vertiginoso de la vida en el último siglo, durante el cual salvo festejos muy arraigados como el Día de Muertos o la Semana Santa, el resto de las festividades adoptó un estilo más laico, sobre todo luego de llegar al Siglo XXI.