En Pachinko, Sunja continúa su relato de amor y resiliencia tratando de mostrar lo que aprendió del pasado para buscar centrarse en el presente.
En el último episodio de la primera temporada, la cual se estrenó en el 2022, la protagonista de la serie descubre que Isak (Steve Sang-Hyun Noh) fue arrestado y no había muerto, como lo creía, por lo que se dispone a buscarlo. El desenlace de lo que sucedió se irá contando a través de la segunda temporada, cuyo primer episodio llega este viernes a Apple TV+.
"Tanto la narrativa como la perspectiva del personaje principal quedaron intactas. Lo que evolucionó fue la reflexión y la mirada de ella en cuanto a su proceso de sanación, de reinvención, de brillo interior. Ahora veremos a una Sunja mucho más alerta de lo que sucede a su alrededor, y, sobre todo, convencida de que el futuro le traerá un mejor presente", contó Soo Hugh, showrunner y productora ejecutiva de la teleserie, de ocho episodios, con un estreno cada viernes.
Luego de aquellos momentos de tensión de la estrella del best seller de Min Jin Lee, pasaron siete años. Ya en 1945, en la Osaka azotada por la Segunda Guerra Mundial, sus habitantes reciben pergaminos anunciándoles que Japón acaba de rendirse y deberán afrontar las consecuencias.
Sunja, la devota madre defensora de su familia, debe ingeniárselas para sobrevivir ante los embates de la escasez y falta de oportunidades.
"Nos impresionó el impacto que tuvo la serie entre muchas personas por las líneas de tiempo y, sobre todo, por la inclusión de inglés, coreano y japonés. Es una forma distinta de aproximarnos a una audiencia distinta", apuntó Soo Hugh.
Pachinko ha ido exponiendo la historia de una familia de ascendencia coreana que a través de cuatro generaciones, entre 1915 y 1989, se debate entre problemas sociopolíticos, familiares y sentimentales, siempre con Sunja como protagonista, encarnada por Jeon Yu-na en su niñez, Kim Min-ha en su juventud y la ganadora del Óscar por Minari, Youn Yuh-jung, en su vejez.
La gran historia de amor se da en la juventud de la protagonista, cuando cae rendida ante los encantos del adinerado comerciante Koh Hansu (Lee Min-ho), y por lo cual no mide las consecuencias de su entrega y pasión, que la llevan a una vorágine de cambios en un azotado destino.
"Celebré todas y cada una de las acciones de Sunja porque esa es la historia que nos da. Podemos pensar en sus caminos equivocados, pero ¿a poco al final no es lo que nos hace aprender y seguir? Fue lo que ella nos enseñó", destacó Min-ha, en enlace virtual.
El mismo Min-ho opinó sobre su personaje y lo que sucedió con la protagonista, lo cual se descubrirá en esta entrega.
"Todos somos humanos, y lo que sucede entre ellos lo hemos sentido alguna vez, pero las decisiones que ella toma, las decisiones que él toma sobre su caso, no son las que esperamos ni las que nos gustaría que sucedieran.
"El amor no tiene que ser como nos lo han pintado en las telenovelas ni las series: el amor puede ser fracturado y accidentado, el amor puede ser de un instante e intenso, y puede ser para siempre aunque haya durado un año. Sunja y Koh Hansu nos lo muestran así", apuntó el astro surcoreano.
Pachinko, cuya segunda temporada dirigieron Kogonada y Justin Chon, se refiere al juego de pinball asiático, y expondrá los dilemas a los que se enfrenta el cuarto de la generación, Solomon (Jin Ha), nieto de la protagonista y que regresa a Japón para cerrar un acuerdo profesional después de haber emigrado a Estados Unidos cuando era adolescente.
El más joven de la historia
Solomon, encarnado por Jin Ha, es el más joven del relato en cuatro líneas de tiempo de Pachinko, y desde el punto de vista del actor, aporta un panorama que se contrapone al de su abuela, Sunja.
"Hay paralelismos en su forma de ver la vida, porque ambos son tradicionales, pero ella se afianza al presente y él quiere solucionar su pasado para continuar.
"Creo que se contraponen, más que por la edad, por sus conceptos de la tradición y el amor, por sus ideales de la vida y la familia. Hay puntos de encuentro, pero no coinciden en todo", contó.