María Aranzazu Puente Bustindui | 21/08/2024 | 18:25
Estimadas y estimados amigos de plano informativo, durante el mes de agosto el regreso a clases marca un momento clave en la vida de millones de estudiantes en todo México. Desde los más pequeños en preescolar hasta los jóvenes universitarios, todos se preparan para un nuevo ciclo escolar lleno de retos y oportunidades. Este retorno no solo es un evento significativo en la vida de los estudiantes, sino que también representa un desafío considerable para las autoridades escolares, los gobiernos locales y estatales, así como para las familias que, en medio de la compleja situación económica, buscan dar a sus hijos las mejores oportunidades educativas posibles.
Es fundamental que las autoridades escolares estén completamente preparadas para enfrentar este nuevo ciclo. No se trata únicamente de abrir las puertas de las escuelas, sino de garantizar que dentro de ellas se brinde una educación de calidad. Esto implica contar con personal docente capacitado, infraestructura adecuada y programas educativos actualizados que respondan a las necesidades del presente. La pandemia dejó lecciones invaluables sobre la importancia de la adaptación y la resiliencia en el ámbito educativo, y este ciclo escolar debe ser una oportunidad para aplicar esos aprendizajes de manera efectiva.
Además, la responsabilidad de los gobiernos locales y estatales va más allá de lo que ocurre dentro de las aulas. Es imperativo que se salvaguarde la seguridad de las y los estudiantes en su trayecto hacia y desde las escuelas. Esto incluye no solo la seguridad física, sino también la logística del transporte público y la gestión del tráfico en las ciudades. Con el regreso a clases, el tráfico en las principales avenidas aumenta significativamente, y es necesario que las autoridades implementen medidas para agilizar la movilidad y evitar congestionamientos que afectan tanto a estudiantes como a la ciudadanía en general. Un transporte público eficiente y seguro es crucial para que los estudiantes lleguen puntuales y sin contratiempos, lo que también contribuye a su rendimiento académico.
Por otro lado, no podemos ignorar la realidad económica que atraviesan millones de familias mexicanas. El aumento generalizado de los precios ha hecho que la adquisición de útiles escolares, uniformes y otros materiales educativos sea un reto aún mayor para muchos hogares. Las escuelas deben ser conscientes de esta situación y actuar con sensibilidad. Es cierto que ciertos materiales son indispensables para el buen desarrollo del ciclo escolar, pero también es necesario que se haga una revisión crítica de lo que realmente es imprescindible. Pedir lo estrictamente necesario no solo aliviará la carga económica de las familias, sino que también fomentará un enfoque más sostenible y consciente del uso de recursos.
En este contexto, es vital que la comunidad educativa en su conjunto –directivos, maestros, padres de familia y estudiantes– trabajen de la mano para hacer de este ciclo escolar una experiencia provechosa y enriquecedora para todos. La educación es una herramienta poderosa que puede transformar vidas, pero para que eso ocurra, debe ser accesible, equitativa y de calidad.
Para concluir, quiero invitar a todas y todos a tener un feliz regreso a clases. Que este ciclo esté lleno de aprendizajes, crecimiento personal y profesional, y sobre todo, que sea una etapa de la cual se saquen los mejores recuerdos y logros. Que cada día en las aulas sea una oportunidad para crecer, soñar y construir un mejor futuro para México. ¡Éxito a todas y todos los estudiantes en este nuevo ciclo escolar!
Muchas gracias por su atención y lectura. Nos leemos en quince días.
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