Tan importante es la música en Joker: Folie à Deux, que, de hecho, la cinta nació con un sueño de Joaquin Phoenix donde veía al criminal cantarle a la gente.
Aquella imagen entusiasmó tanto al cineasta Todd Phillips que al desarrollar el argumento llegó a plantear presentarlo en Broadway, emblema del teatro musical.
Al llevarla al cine no se perdió la idea, ya que sumó a Lady Gaga en un rol estelar, con otra versión de Harley Quinn.
Pero al explicar a fondo la cinta a Variety, el realizador rechazó ponerle la etiqueta de musical a su película, pese a que se nutre de canciones como "Get Happy" y "For Once in My Life".
"La mayor parte de la música de la película es en realidad sólo diálogo. Simplemente, Arthur (el hombre que se transforma en Joker) no tiene las palabras para decir lo que quiere decir, así que las canta.
"No quiero que la gente piense que es como In the Heights, donde la señora de la tienda empieza a cantar y luego sale a la calle y la policía está bailando", explicó Phillips.
La trama se desarrolla un par de años después del nacimiento del criminal, quien asesinó a tiros a un presentador de TV durante un programa en directo.
Por sus delitos, Arthur está en un psiquiátrico en espera de recibir la pena de muerte, ahí conoce a Harleen "Lee" Quinzel (Gaga), una fanática de su alter ego.
La mayoría de los actos musicales son parte de la imaginación de los protagonistas.
"Nos preguntamos qué debe ser cierto para que dos personas se pongan a cantar en medio de una conversación, ¿de dónde viene la música cuando nadie puede oírla excepto los personajes? Ni Arthur ni Lee son cantantes profesionales y no deberían sonar como si lo fueran", explicó Gaga.
Gaga y Phoenix interpretaron en directo, con una pianista que tocaba fuera de cámara.
"El objetivo de esta película es que parezca que la hicieron locos", remarcó el director.