En una relación amorosa, bien sea de novios o esposos, hay dos opciones respecto a las finanzas: juntar los ingresos de ambos o que cada uno lo haga por su lado.
Y suponiendo que han optado por la segunda, existe una pregunta que pocos se saben responder: ¿Debo prestarle dinero a mi pareja?
La primera opinión de los expertos es que dependerá principalmente del tipo de relación que llevan, y no consiste en el estado civil, sino en su nivel de confianza.
Aunque se apoyen, respeten y amen como pareja, es probable que esas tres virtudes estén en otro contexto, alejado de lo que significa la confianza para prestarse dinero. Si este no es devuelto, se pierde la propia confianza, el respeto y probablemente todo lo demás, porque ha habido una especie de engaño.
Entonces, concretamente a la pregunta sobre si debes prestarle dinero a tu pareja, la respuesta es “sí, por supuesto”. Sin embargo, hay algunas recomendaciones que debes aplicar, aprovechando la confianza.
Qué debo hacer al prestarle dinero a tu pareja
El error que se suele cometer es preguntar para qué, y vamos, que a menos que quiera aumentar una conducta ludópata, se entiende que necesitar pagarle a alguien más, resolver una deuda o comprarse un objeto, por capricho o necesidad. Pero el punto no es ese.
La primera recomendación de expertos es que escuches la propuesta, de qué va el préstamo, en términos de cantidad y MUY IMPORTANTE: Cuándo podrá devolverlo. Es un fatídico error que las parejas se presten dinero sin fijar una fecha o lapso de tiempo para regresarlo.
Y aquí es donde entra la confianza de pareja. Si la tienen para pedirse dinero prestado, la misma tiene que funcionar para preguntar cuándo será devuelto. Lo mismo ocurre si acuerdan algún interés, favor adicional o condición.
¿Qué hago si mi pareja no me regresa el dinero?
Si llega la fecha fijada para que ese dinero llegue a tus manos, y tu pareja no lo tiene, nuevamente toca invocar a la confianza y preguntar qué ha pasado.
Aquí es donde las parejas caen en otra falla y es cómo formulan la pregunta cuando el dinero no se ha reintegrado. Jamás digas “¿Qué pasó con mi dinero?” o ¿”Vas a devolverme el préstamo?”, porque son formas pasivo-agresivas de comunicarlo.
Lo más correcto sería: “¿Necesitas otro plazo para regresarme el préstamo?”, “¿Has podido juntar el dinero o te has complicado?” o “sin ánimos de presionarte, pero quería saber si podrás cumplir con lo que acordamos”.
Si lamentablemente tu pareja ha pecado de irresponsable, una vez aplica la confianza para exhortarle a dos cosas: la primera es que debe cumplir con su palabra, porque de no ser que te debe dinero a ti podría meterse en problemas. Y la segunda es que en una próxima ocasión no te sentirás en disposición de ayudarle, debido a que no cumplió lo acordado.
Recuerda que las cuentas claras no solo conservan amistades, sino también parejas.