Investigadores del Clínic-IDIBAPS han liderado un estudio publicado en la revista Alzheimer’s & Dementia sobre la relación entre la integridad del locus coeruleus, una pequeña región del tronco cerebral, y los síntomas neuropsiquiátricos en pacientes con Alzheimer, especialmente relevante en las formas de inicio temprano.
Este estudio lo han coordinado la Dra Neus Falgàs, especialista del Servicio de Neurología y de la Unidad de Alzheimer del Clínic e investigadora del grupo Enfermedad de Alzheimer y otros trastornos cognitivos del IDIBAPS y la Dra Raquel Sánchez-Valle, jefa del grupo, en colaboración con la Dra Lea T. Grinberg, investigadora de la University of California en San Francisco.
La ansiedad, la depresión y los trastornos del sueño son síntomas frecuentes en personas con la enfermedad de Alzheimer. Afectan a la calidad de vida tanto de los pacientes como de las personas que los cuidan, pero des desconocen los procesos biológicos que están relacionados con estos síntomas.
El locus coeruleus, es una pequeña región del tronco cerebral y es una de las primeras áreas afectadas por la proteína Tau en la enfermedad de Alzheimer, y se afecta incluso antes que las áreas relacionadas con la memoria. Este núcleo es el principal productor de noradrenalina en el cerebro, una sustancia química relacionada con la aparición de síntomas como la depresión, la ansiedad y los problemas del sueño desde las fases iniciales de la enfermedad.
“Aunque existe evidencia de la degeneración del locus coeruleus en estudios postmortem, medir esta región en personas vivas es complicado debido a su pequeño tamaño”, explica Neus Falgàs. “Técnicas de resonancia magnética sensibles a la neuromelanina, pueden ser prometedoras para conseguir medir esta región cerebral y determinar cómo degenera el núcleo a medida que avanza la enfermedad”, añade.
Determinar la degeneración del locus coeruleus mediante resonancia magnética
Para el estudio, los investigadores analizaron cómo degenera este núcleo a lo largo de la enfermedad, comparándolo en personas sanas y en aquellas que se encuentran en una fase muy inicial de la enfermedad de Alzheimer. También investigaron la relación entre la degeneración del locus coeruleus y la severidad de síntomas y compraron el grado de degeneración de este núcleo entre pacientes con inicio temprano de la enfermedad (síntomas antes de los 65 años) y aquellos con inicio tardío, dado que los primeros suelen presentar una mayor severidad en los síntomas neuropsiquiátricos.
Para llevar a cabo este estudio, se utilizó una secuencia de resonancia magnética especial, sensible a la neuromelanina, que permitió medir tanto la integridad como el volumen del locus coeruleus. Además, se realizaron mediciones de noradrenalina en el líquido cefalorraquídeo y se evaluaron los síntomas neuropsiquiátricos utilizando la escala Neuropsychiatric Inventory.
La integridad del locus coeruleus determina la severidad de los síntomas en Alzheimer
Los investigadores observaron que el locus coeruleus degenera de manera progresiva a medida que avanza la enfermedad de Alzheimer. Esta degeneración provoca un aumento de noradrenalina en el líquido cefalorraquídeo y su degeneración se asocia a una mayor severidad de los síntomas neuropsiquiátricos, incluyendo depresión, ansiedad, problemas del sueño y apatía.
También se observó que los pacientes con inPortalClinicicio temprano de la enfermedad mostraron una mayor afectación del locus coeruleus, lo que explica la mayor gravedad de los síntomas neuropsiquiátricos en este grupo en comparación con aquellos con inicio tardío.
“Esta técnica especial de resonancia magnética sólo se usa para investigación, pero nos permite estudiar las bases biológicas de algunos de los trastornos neuropsiquiátricos frecuentes en la enfermedad de Alzheimer y en un futuro podría permitir identificar precozmente y tratar de forma más adecuada estos trastornos” apunta Neus Falgàs.
Este estudio , por tanto,podría tener implicaciones significativas para el manejo clínico de la enfermedad, mejorando la calidad de vida de los pacientes a través de una intervención más personalizada y temprana de los síntomas neuropsiquiátricos.