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Fue plagiado en zona de fiestas

Agencia Reforma | 11/08/2024 | 12:52

En una carta, que fue compartida por sus abogados, afirma que se trasladó ahí para verse con el gobernador de Sinaloa, el político Héctor Melesio Cuén Ojeda, y los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, para definir el futuro de la Universidad Autónoma de Sinaloa (AUS). 
 
La cita estaba pactada para suceder el pasado 25 de julio en un rancho al norte de Culiacán, en los suburbios de la ciudad.
Huertos del Pedregal es un lugar campestre, un espacio donde hay una veintena de ranchos y casonas de descanso a las orillas, en un poblado llamado Bellavista, el cual queda en medio de la carretera Culiacán-Culiacancito.
 
Se encuentra en el valle agrícola de Culiacán, hacia el poniente. En los últimos 50 años, esta región de la capital de Sinaloa ha sido utilizada para cultivar maíz, criar ganado de engorda y hacia los últimos 20 años, ser un espacio de convivencia entre restaurantes regionales y salones de fiesta.
 
En el caso de “Huertos del Pedregal”, es un área que quedó en medio de parcelas, que fue vendido por partes y los nuevos dueños fueron construyendo sus casonas y haciendas. Más de la mitad de esas construcciones funcionan como centros de fiesta. Lo mismo se rentan para bautismos y XV años que para bodas y reuniones de alto nivel.
 
La zona campestre sólo cuenta con una entrada y salida, está sobre la carretera, donde se asoman los anuncios de los salones de fiesta. 
Es habitual que por las noches se lancen fuegos artificiales en modo de celebración, haya luces con proyectores de alta potencia apuntando al cielo, suene la música desde los altavoces a 500 metros a la redonda y hasta suenan disparos al aire en algunas ocasiones.
 
No es un espacio público, todos los salones, casonas y haciendas son privadas, pero se puede acceder libremente y pasar desapercibido durante los fines de semana, cuando suceden las fiestas.
 
De confirmarse lo dicho por Zambada García en su carta, y previendo que viajó desde El Álamo -el rancho donde tiene su casa en la sindicatura de El Salado-, habría cruzado toda la ciudad de Culiacán de sur a norte, debió pasar por la zona central, y llegar a “Huertos del Pedregal” con dos escoltas, que también mencionó en su misiva.
 
No fue detectado por los casi tres mil militares que estaban en operativo esa semana en Culiacán, como tampoco pasó con los hijos de “El Chapo”, sino que llegó al rancho donde fue secuestrado para ser llevado a Estados Unidos.