El Museo de Guadalupe, en Zacatecas, se ha consolidado como un espacio a la vanguardia museológica, estableciendo paradigmas para investigar, exhibir, conservar y comunicar su patrimonio, del que destaca su colección pictórica de los siglos XVII, XVIII y XIX, una de las más importantes del país, cuya atención continuará bajo las mejores condiciones con la renovación de su taller de restauración.
La actualización del lugar donde atiende integralmente su acervo, formado por esculturas, objetos de diversa manufactura y obras de Cristóbal de Villalpando, Antonio de Torres, Nicolás Rodríguez Juárez, Juan Correa, Gabriel José de Ovalle y Miguel Cabrera, entre otros destacados pintores de la Nueva España, será posible gracias a la aportación de $1,300,000, por parte de Fomento Social Citibanamex, de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del propio recinto, y de su Sociedad de Amigos.
La directora del Museo de Guadalupe, Rosa María Franco Velasco, detalla que la mayor parte de ese monto proviene de la asociación civil, no lucrativa, de la mencionada empresa bancaria, la cual eligió al recinto museístico no solo por la importancia de sus colecciones y sus salas de exhibición permanente, incluida su biblioteca, con más de 8,000 volúmenes históricos, sino por los públicos que se benefician de su programación, entre ella su Festival Barroco.
Así, el Museo de Guadalupe, que abrió sus puertas en 1917 –siendo uno de los más antiguos de la Red de Museos del INAH–, impacta de forma positiva, año con año, a 18,000 alumnos de nivel básico y 2,600 de educación superior especializada; a cerca de 32,000 personas del municipio de Guadalupe y de la ciudad de Zacatecas; 40,000 visitantes nacionales y 6, 300 extranjeros.
Con el acondicionamiento del taller de restauración, donde especialistas podrán ejecutar procesos de conservación e intervención de obra, se contribuirá a la formación y profesionalización de expertos en la materia.
La titular del recinto, quien evoca el entorno del antiguo colegio del que salían misioneros hacia el septentrión de la Nueva España para propagar la fe católica, refiere que el espacio a intervenir cubre 214 metros cuadrados, de los cuales 168 metros cuadrados son área de trabajo y 46 metros cuadrados de exhibición.
En ese sentido, considera que, en un futuro cercano, al igual que otros grandes recintos del mundo, como el Rijksmuseum de Amsterdam, el público del Museo de Guadalupe tendrá la oportunidad de admirar en directo el desarrollo de las intervenciones a sus colecciones, las cuales no solo incluyen pinturas, sino también esculturas en pasta de caña, marfil y maderas estofadas, así como objetos de arte plumario, de menaje y ajuar doméstico.
En la primera etapa, con dichos recursos económicos, se blindará el área con ventanas de PVC, se dará mantenimiento a la instalación eléctrica y a la infraestructura existente. Asimismo, en la medida de lo posible, se dotará de mobiliario especializado, equipo tecnológico y de seguridad. El inicio de esta fase inicial se efectuará en la Noche de Museos del 26 de septiembre de 2024.
Respecto al estado de conservación del acervo, Franco Velasco resalta que existen condiciones ambientales estables en el depósito de colecciones (alrededor de 1,200 piezas) y en las 27 salas del museo y, desde 2001, se cuenta con dictámenes elaborados por la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC), del INAH, que permiten priorizar la atención de obras, conforme a escala de deterioros.
Bajo la supervisión de profesionales de la CNCPC, como Dora Méndez Sánchez, estudiantes de las escuelas Nacional de Conservación, Restauración y Museografía, y de Conservación y Restauración de Occidente han cooperado en esta tarea durante sus prácticas de campo, devolviendo esplendor a pinturas al óleo en tabla y lienzo, de grandes maestros novohispanos.
Entre las obras restauradas, a partir de 2000, se encuentran los retratos de la Virgen del Refugio y de los frailes Antonio Margil de Jesús, Pedro de la Concepción y Urtiaga, y José de Guerra, fundadores del Colegio de Guadalupe.
“Han sido muchos años de trabajo. Pero nuestra meta no es tener una obra más restaurada, sino tener siempre una obra conservada”, finaliza la titular del Museo de Guadalupe.