El impacto del programa Jóvenes Construyendo el Futuro no ha sido visible en la creación de empleo formal, ya que se han perdido puestos de trabajo en este segmento de la población, afirmó la organización Acción Ciudadana Contra la Pobreza.
En el análisis "Jóvenes Oportunidad: datos de la Zona Metropolitana del Valle de México", se determinó que el número de jóvenes con trabajo formal a fines de 2023, respecto a los que había fines de 2018, es ligeramente menor.
Es decir que son 128 mil jóvenes menos ahora, respecto a 2018, antes del inicio del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, indicó el estudio.
"En noviembre de 2018, había 6.8 millones de jóvenes registrados en puestos de trabajos formales en el IMSS. Y en noviembre de 2023, cinco años después, y pese a la inversión realizada en el programa, son 6.6 millones", destacó.
La organización afirmó que la explicación de estos resultados se debe a que el programa, tiene varias limitaciones y retos que afectan su impacto.
"Jóvenes Construyendo el Futuro no prioriza a jóvenes con mayores barreras de empleabilidad. El programa define que su población objetivo son jóvenes fuera de la escuela y sin trabajo. Pero no hace mención a la condición de rezago escolar u otras condiciones que dificultan o impiden la inserción laboral", aseguró.
Expuso que el programa tiene un sesgo geográfico que reduce la cobertura en las ciudades y zonas metropolitanas donde hay mayor cantidad de jóvenes fuera de la escuela y el trabajo (y más empleos).
"Las coberturas no corresponden con los estados y municipios con mayor cantidad de jóvenes fuera de la escuela y el trabajo, como la ZMVM y otras zonas metropolitanas.
"(El programa) adoptó una especie de focalización geográfica basada en el índice de marginación que es totalmente inadecuado. El sesgo aleja al programa de zonas con gran cantidad de jóvenes fuera de la escuela y sin trabajo, en pobreza y en contextos de violencia, en zonas donde sí hay empleos", señaló el análisis.
Aunado a esto, Jóvenes Construyendo el Futuro no garantiza una experiencia laboral significativa, ni capacitación o desarrollo de competencias.
"Dada la baja prioridad que la mayoría de las empresas dan a la capacitación de su propio personal es poco probable que haya un plan sólido y adecuado para aprendices.
"Además, hay una predominancia de personas físicas, actores políticos y entidades sin registro en el SAT, en los centros de trabajo que reciben aprendices, por lo que es poco probable que tengan aprendizajes significativos", advirtió.
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