Tener una mente fuerte y productiva es lo que te va a ayudar a organizar mejor tu tiempo, a no olvidar cosas y a terminar tus pendientes sin tener que trabajar 7 días a la semana y estar con la mente en el trabajo las 24 horas.
Ser productivo no se refiere a tener que estar haciendo cosas todo el día, a vivir ocupado o a tener una lista de pendientes interminable, más bien se refiere a saber usar bien tu tiempo y tu energía para poder hacer lo que necesitas durante el día, para poder avanzar y crecer, y para que también tengas tiempo para descansar y relajarte, o para desarrollar otros intereses.
Por eso, es buena idea establecer hábitos adecuados que te permitan trabajar de manera más inteligente, tener tus prioridades claras y que te ayuden a lograr todo lo que quieres o debes hacer cada día.
A veces, las cosas más simples son las que pueden hacer la mayor diferencia, como es el caso de un hábito muy simple que no solo fortalece tu mente y ayuda con la productividad, sino que también trabaja tu capacidad de concentración, de no dejarte llevar por cada distracción que aparezca y ser mucho más organizado (lo que es bueno para tu memoria y puede hacer que tengas menos posibilidades de cometer errores en tu trabajo y hace que estés más presente en cada actividad).
Para una mente fuerte y productiva: un hábito que no te debe faltar
Crea una lista de distracciones
De acuerdo con GreenGeeks, hay muchas cosas que puedes hacer para convertirte en una persona más productiva y para entrenar a tu cerebro para que tu mente se mantenga fuerte, pero entre todo eso hay un hábito muy simple que aporta muchos beneficios. Ese hábito consiste en crear una lista de distracciones.
Las distracciones no siempre se pueden evitar, ni siquiera si trabajas en una oficina privada, sin ruido y sin personas a tu alrededor, y es por esto que hay que aprender a lidiar con ellas, de lo contrario pueden llevarnos a olvidar cosas, a perder el hilo o a dejar tareas sin terminar, que después hacen que la lista de pendientes sea todavía más grande.
Una forma de lidiar con esto es con la lista de distracciones, que puede tener el formato que quieras (en tu teléfono, como notas de voz o en papel), donde debes ir anotando cada pensamiento distractor que aparece mientras trabajas. La idea es que, cada vez que pienses en otra cosa, que no es la tarea en la que deberías estar enfocado, te acuerdes de algo o te llegue un recuerdo de algo que tienes que hacer más tarde, apuntes eso en la lista.
Al escribir esa distracción, entonces no la olvidas, pero tampoco dejas que rompa tu ritmo de trabajo o te saque de lo que estás haciendo. Tienes que escribir la distracción e inmediatamente después debes volver a lo que estabas haciendo, y es importante que no comiences a realizar esas cosas que te distrajeron hasta no terminar la tarea que ya empezaste y está en curso.
Con esto, vas a estar mucho más organizado, además de que puedes identificar prioridades y cosas urgentes, pero también permites que tu cerebro se enfoque y ponga atención en lo que estás haciendo, con lo que es más fácil que recuerdes cada elemento de esa tarea, que comprendas mejor y que puedas lidiar de manera más efectiva con los obstáculos que sean parte de ella.
Esto también evita que caigas en el multitasking y que permitas que tus distracciones te hagan saltar de una actividad o tarea a otra, pero sin terminar ninguna.
