De la Generación X, aquellas personas nacidas entre 1965 y 1980 que a partir del 2025 comenzarán a cumplir 60 años, 48% cree que necesitará un milagro para jubilarse de manera segura, esto ante la falta de recursos suficientes para recibir una pensión de retiro.
De hecho, 60% de las personas parece resignarse al hecho de que tendrá que trabajar más tiempo de lo previsto, de acuerdo con una encuesta global realizada por la gestora de activos Natixis Investment Managers.
“El estudio presenta un panorama sombrío de los planes de retiro de la Generación X (nacidos entre 1965 y 1980), destacando una disparidad entre expectativas y realidad”, asegura Natixis en un comunicado.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el 2020 había más de 23 millones de personas entre 44 y 54 años, es decir, que pertenecerían a la Generación X. Respecto a la población total, hace cuatro años representaban 18.6 por ciento.
Cuestionados sobre sus metas de retiro, los encuestados de la Generación X dijeron que esperan retirarse, en promedio, a los 60 años, una edad temprana si se toman los estándares globales actuales, además de que prevén que su jubilación dure 20 años.
En México, por ley la edad mínima para jubilarse y recibir una pensión es de 65 años, tanto bajo el régimen de la Ley del 73 como bajo el esquema Afore (para aquellos que comenzaron a cotizar después de julio de 1997).
No obstante, bajo los dos esquemas existe la opción de que aquellos adultos mayores que se retiran entre los 60 y 64 años reciban una pensión por cesantía, la cual será menor a la que recibirían si se jubilan hasta los 65.
Para lograr las metas, los encuestados por Natixis ahorran en promedio 17% de sus ingresos anuales, además de que tienen una expectativa de retorno de sus inversiones de 13% en el largo plazo.
Mauricio Giordano, Country Manager de Natixis IM México, dijo que si bien gran parte de esta generación acepta que posiblemente necesite trabajar más años de lo que le gustaría, esto puede ser más fácil de decir que de hacer.
“Un despido tardío en su carrera, o dejar de laborar para cuidar a un padre anciano o a un hijo enfermo, o sufrir una discapacidad que les impida realizar su trabajo, puede alterar los planes de ahorro para el retiro”, aseguró Giordano.
Comentó que por esta razón, a medida que se acercan a su edad de jubilación, la Generación X deberá empezar a tener conversaciones más puntuales sobre cómo optimizar los activos acumulados para generar un ingreso sostenible en el retiro.
Inflación y deuda empeoran el panorama
Entre las personas de la Generación X, hay dos aspectos que empeoran aún más el panorama de su jubilación: la inflación y la deuda.
Y es que las presiones inflacionarias de los últimos años han hecho que 83% de los encuestados vean el incremento de precios como una amenaza para la seguridad de su retiro.
Mientras que 69% de los encuestados reveló que la inflación ha afectado su capacidad de ahorrar para la jubilación, con 55% reconociendo que están ahorrando menos debido a los altos costos del día a día por el alza de los precios.
Por el lado, más de tres cuartas partes de los encuestados (77%) dijo estar preocupado de que un incremento en la deuda pública derive en menos beneficios en la jubilación, además de que 58% ve difícil poder llegar a fin de mes si no cuenta con prestaciones del gobierno una vez que llegue el momento de retirarse.
“Si bien la Generación X también enfrenta un panorama económico volátil, no es demasiado tarde para planear el futuro. Este desafío debe verse como una oportunidad para poner a prueba las suposiciones sobre el financiamiento y gasto para la jubilación y crear un plan financiero realista”, destacó Giordano.
Destacó que este plan financiero realista debe considerar el cambio en los ingresos y gastos.
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