Sí, practicar la gratitud puede ser el máximo camino a la felicidad. Y es que para aquellos que creen en el poder del pensamiento y las acciones, son muchas las razones para vivir en constante estado de agradecimiento; pues bien se ha comprobado que se trata de una gran forma de elevar el estado de ánimo, generando un impulso poderoso para hacer las cosas y ayudándonos a vivir con plena consciencia de cada aspecto positivo que nos rodea.
¡He ahí que los ejercicios de gratitud diarios sean la clave para mantener una actitud mucho más afable, animosa y hasta bondadosa! Porque, en efecto, reconocer y empoderar cada pequeño detalle, puede marcar un rotundo cambio en nuestra vida, impactando por completo hasta en nuestra autoestima.
Verás que solo bastará con que comiences a convertir estas acciones en hábitos, para comprobar los grandes beneficios de practicar la gratitud a diario. ¿Te animas a comenzar desde hoy?
Medita diariamente
Tanto para tranquilizar la mente, como para hacer un repaso de todas aquellas vivencias positivas que forman parte de nuestra vida. Sin duda, la meditación es una gran forma de conectar con todas aquellas razones por las cuales sentirnos agradecidos a diario, ya que nos ayuda a crear el momento idóneo para la introspección y el agradecimiento genuino. ¡He ahí la importancia de implementarlo como un hábito diario, ya sea por la mañana o antes de acostarse!
Piensa y actúa positivo
Sonará a cliché, pero está más que comprobado que buscar el lado positivo de cada situación y persona, no solo impacta directamente en nuestro estado de felicidad, también puede volvernos mucho más agradecidos con todo aquello nos va sucediendo —sea bueno o malo— pues nos ayuda e impulsa a extraer lo mejor de cada cosa, casi de manera inmediata.
Para ello, una gran forma de comenzar a practicarlo es iniciar el día con una serie afirmaciones positivas personalizadas, las cuales inspiren total entusiasmo. ¡Verás que será de esos hábitos para ser más feliz que te harán más agradecida y elevarán autoestima al 100!
Aprende de cada situación
Cierto es que incluso ante las situaciones negativas, siempre hay mucho que aprender. Y sí, es justo en ese momento, cuando decidimos extraer cada enseñanza para ver el lado positivo de todo aquello que la rodea, que podemos cobrar una consciencia orientada a practicar gratitud. Porque, aunque no lo parezca, cada situación puede traer consigo un beneficio, solo basta con cambiar de perpectiva.
Pasa tiempo con gente que te sume
Bien dicen que somos la suma y reflejo de aquellas personas a quienes más frecuentamos. Siendo de esta manera, pasar tiempo con con aquellas personas que contribuyen con algo positivo a nuestras vidas es uno de los mejores hábitos para ser más agradecidos, pues elevan la autoestima y alegran nuestros pensamientos. ¡No por nada pasar tiempo con aquellos que amamos puede ser uno de los actos más reparadores!
Haz aquello que amas
Dedicar tiempo para uno mismo y darse oportunidad de disfrutar todo aquello que amamos, es otra de las muchas formas de sentir y practicar la gratitud para con nuestro entorno, nuestra vida y las personas que nos rodean. Y es que el disfrute es parte fundamental de la vida, pues funciona a manera de motor personal, encaminándonos a sentir mayor plenitud y felicidad. ¡Así que no lo descartes y vuélvelo parte de tu rutina diaria!
Identifica tus fortalezas
Reconocer nuestro propio potencial también es una gran forma de conectar con la gratitud. Y es que pensar en aquello que nos hace especiales, lo que hemos logrado y las metas que somos capaces de alcanzar, siempre puede ser una gran motivación para tanto para volvernos personas mucho más agradecidas y hasta bondadosas, pues nos hace reconocer todas aquellas cosas positivas que nos rodean que son dignas de compartir. Además, verás que también funciona a manera de motivación para comenzar cada día con mayor alegría y entusiasmo.
Cuida de ti
Definitivamente, cuidar de nosotros mismos es una de las muchas caras del amor propio. Sin duda, otro de los importantes hábitos para ser más agradecidos, pues nos hace mucho más conscientes tanto de nuestras propias necesidades, como de la manera de satisfacerlas; para así sentirnos en mayor gratitud ante la posibilidad de ponernos en un alto nivel de importancia.
Goza cada instante
Es un hecho: vivir en el presente, valorándolo bajo un lente positivo, definitivamente es otro de esos perfectos hábitos para practicar la gratitud, pues nos impulsa a pensar en las cosas buenas que ya forman parte de nuestra vida y en la mejor manera de aprovecharlos en el momento. Porque, efectivamente, no mejor forma de conectar con lo verdaderamente importante que enfocarnos en cada instante y darle su debida importancia para disfrutarlo.
Encuentra valor en las cosas pequeñas
La vida está hecha de la suma de pequeños detalles que, con el tiempo, demuestran su gran valía conforme los caños disfrutando. Desde tomarnos el espacio para disfrutar nuestro café preferido con calma, escuchar nuestra canción favorita, deberse a contemplar el panorama o el simple placer de abrir un chocolate y comerlo lentamente, son aspectos que, aunque no lo parezca, no impulsan a pensar y actuar con gratitud y bondad. ¡Así que no lo descartes!
Agradece cada día
Obvio pero cierto: el mero acto de analizar nuestra vida y agradecer literalmente tanto las cosas buenas como los aprendizajes que nos deja cada momento, nos ayuda no solo a elevar la autoestima, también a crear un poderoso hábito que imperará a diario en nuestras vidas, haciéndonos sentir mucho mayor plenitud de manera instantánea.
