El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aterrizó este domingo en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv, de vuelta de un viaje por Estados Unidos, para tratar la crisis en la frontera con el Líbano, después de que el impacto de un proyectil atribuido a Hizbulá en la ciudad drusa de Majdal Shams (en los Altos del Golán ocupados) matara a 12 niños.
El mandatario se dirigió directamente desde el aeropuerto a la base militar del Kirya en Tel Aviv, sede principal del Ejército y el Ministerio de Defensa, para hacer una evaluación de la situación y reunirse después con el gabinete político de seguridad.
La reunión con el gabinete de seguridad está prevista para las 16:00 hora local (13:00 GMT).
Anoche, el primer ministro israelí prometió que “Hizbulá pagará un alto precio que no ha pagado hasta ahora” por el ataque contra Majdal Shams.
A su llegada a Tel Aviv, decenas de manifestantes del movimiento pro-democracia israelí esperaban al político para reprocharle su ausencia en el país, después de una semana en EEUU.
Desde hace semanas, demandaban que este firmara el acuerdo de alto el fuego con Hamás para recuperar a los rehenes que siguen en Gaza y desescalar también la crisis en el norte.
En la tarde del sábado, el impacto de un misil que el ejército israelí atribuye a la milicia chií libanesa Hizbulá contra un campo de fútbol mató a 12 niños de entre 10 y 16 años e hirió a otros 19, de los cuales tres se encuentran en estado grave.
La gravedad del incidente hizo temer la escalada del conflicto que se desarrolla en la divisoria con el Líbano, con un intercambio de fuego constante entre las partes desde el pasado octubre, a una guerra abierta.
“Estamos aumentando en gran medida nuestra preparación para la próxima etapa en la lucha en el norte”, aseguró el jefe del Estado Mayor del Ejército, Herzi Halevi, en una visita al campo del fútbol.
Esta noche, el Ejército bombardeó siete puntos del interior y sur del Líbano simultáneamente como primer paso en la respuesta al ataque en Majdal Shams.
Según medios árabes, la milicia pro-iraní estaría desalojando algunas de sus posiciones en el sur y el Valle del Bekaa en prevención de nuevos ataques de las fuerzas armadas israelíes.
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