El líder del buró político de Hamás, Ismail Haniyeh, pidió para el próximo sábado, 3 de agosto, la celebración de un día global de protestas contra la guerra en Gaza y la situación de los presos palestinos en cárceles israelíes.
“Esperamos hacer del 3 de agosto un día esencial, extraordinario y activo en todas partes de Palestina, en los campamentos de refugiados y en la diáspora”, dijo Haniyeh, que vive exiliado en Catar, en un comunicado.
Entre los motivos citados por el líder político del grupo islamista está la “incapacidad” de la comunidad internacional para “detener esta guerra agresiva contra nuestro pueblo y prisioneros”, que además cuenta con el apoyo del Gobierno estadounidense.
Haniyeh pidió además que las protestas continúen después del 3 de agosto hasta “obligar a la ocupación sionista a detener su agresión y sus crímenes”.
En su comunicado, el líder de Hamás destacó las condiciones de los prisioneros palestinos en la prisión de Sde Teiman, a la que se refirió como “el Guantánamo de Israel”, señalada por torturas y violaciones de los derechos humanos.
Los presos en Sde Teiman son forzados a llevar los ojos vendados, están esposados de manos y pies, duermen en el suelo, solo pueden ducharse una vez a la semana durante un minuto, son alimentados con una rebanada de pan al día y sufren amenazas, palizas, torturas y abusos sexuales, según defensores de derechos humanos que han visitado las instalaciones y testimonios de palestinos liberados.
Varios presos allí encerrados relataron recientemente a Amnistía Internacional (AI) haber sido obligados a permanecer durante horas en posiciones de tensión, o que se les prohibiera hablar con otros reos o levantar la cabeza.
Un niño de 14 años de Yabalia (norte de Gaza) permaneció en esta prisión 24 días encerrado en un barracón con al menos 100 detenidos adultos.
El menor denunció haber recibido patadas y puñetazos en el cuello, y que los captores lo habían “quemado repetidamente con colillas de cigarrillo”, algo que la organización comprobó al observar quemaduras y hematomas al entrevistarlo.
Hace dos semanas, AI publicó un informe en el que denunció torturas y detenciones en régimen de incomunicación a palestinos por parte de Israel.
“Las autoridades israelíes deben poner fin a la detención indefinida en régimen de incomunicación de palestinos de la Franja de Gaza ocupada, sin cargos ni juicio, en virtud de la Ley de Combatientes ilegítimos, en flagrante violación del Derecho internacional”, exigió la organización en un comunicado.
El Ejército invocó esta ley, promulgada en 2002, por primera vez en cinco años para detener a presuntos participantes en los atentados del 7 de octubre, pero poco después amplió su uso “para detener en masa sin cargos ni juicio a palestinos en Gaza”, denunció el grupo.
En diciembre, Israel modificó la ley para ampliar el tiempo de cautiverio sin orden de detención de los palestinos de las 96 horas originales (prorrogables hasta siete días) a un máximo de 45 días.
La privación de libertad máxima hasta comparecer ante una autoridad judicial pasó de 14 a 75 días, y la reclusión sin asistencia letrada pasó de 21 jornadas a 6 meses, reducidos después a 3.
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