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Se ponchan acciones de autos

Agencia Reforma | 27/07/2024 | 13:19

 

La semana que ayer terminó fue muy mala para la mayoría de las acciones de los fabricantes de automóviles en el mundo.

Cada compañía automotriz tiene sus propios problemas, pero en común enfrentan crecientes existencias de vehículos caros en los lotes de los concesionarios, lo que requiere mayores descuentos para venderlos a compradores con presupuestos limitados.

Los títulos de Ford Motor encabezaron las caídas en la semana, del 20 por ciento, luego de que reportó una baja en sus ganancias del segundo trimestre debido a pérdidas por vehículos eléctricos y costos de garantía persistentemente altos.

Otros, como Nissan, Stellantis, General Motors y Tesla, también tuvieron fuertes caídas.

Carlos Tavares, director ejecutivo de Stellantis, el fabricante de Jeep y Ram, dijo que ha llegado una tormenta en la industria automotriz.

"Para mí, es obvio que esta industria va a estar en crisis", expuso el jueves, advirtiendo que incluso algunos fabricantes de automóviles podrían quebrar.

Automotrices como GM, Ford y Stellantis abandonaron la producción de automóviles pequeños e incluso medianos de bajo costo desde hace unos seis años.

Luego, con la pandemia a partir del 2020, pararon sus fábricas debido a la escasez mundial de chips.

En ese momento, los compradores de altos ingresos, que no podían gastar dinero en viajes o restaurantes por las restricciones sanitarias, comenzaron a pagar precios superiores por los pocos vehículos disponibles.

Paralelamente, las armadoras utilizaron su capacidad de producción limitada para fabricar únicamente vehículos caros y los precios se dispararon casi un 27 por ciento con respecto a los niveles previos a la pandemia.

La tendencia continuó hasta finales del año pasado, y las empresas y los concesionarios obtuvieron grandes ganancias con ventas inferiores a lo normal.

Pero a medida que regresaron los suministros de chips, los fabricantes de automóviles aumentaron la producción y el inventario en los lotes de los concesionarios estadounidenses creció obligándolos a castigar los precios.