Sería México en 2030 importador neto de crudo

La independencia energética que buscó Andrés Manuel López Obrador y que pretende consolidar Claudia Sheinbaum presenta un nuevo reto: la escasez del suministro nacional de crudo, lo que llevaría al País a convertirse en importador neto a partir del 2030, advirtió la agencia Reuters en un reportaje.

Señaló que el bombeo de los gigantescos yacimientos petrolíferos más antiguos del País está declinando rápidamente y que sin un gasto significativo en exploración y producción, México podría verse obligado a importar crudo de manera significativa en la próxima década para alimentar su capacidad de refinación ampliada.

Aunque México históricamente ha importado crudo, son cantidades poco significativas, mientras que sus exportaciones son mucho más elevadas por lo que no se le considera un importador neto de crudo.

El País no ha podido satisfacer la demanda local de combustible porque sus refinerías son incapaces de procesar el crudo pesado Maya que bombea predominantemente Pemex, explicó.

Esto pese a los 17 mil millones de dólares que gastó ALMO en la refinería de Dos Bocas, que aún no ha podido iniciar operaciones.

Pero una vez que opere plenamente, expuso Reuters, México podría estar cerca de poder abastecerse por unos años de los combustibles que consume.

"Sin embargo, proyecciones de la Secretaría de Energía no divulgadas previamente, sugieren que ese periodo sería de corta duración y que Pemex probablemente tendría que empezar a importar crudo después de que la producción comience a disminuir rápidamente en el 2030", advirtió.

"La inminente necesidad de importar crudo supondría un cambio de rumbo inaudito para México, que durante décadas fue un exportador mundial clave".

Sobre las nuevas fuentes de bombeo, dijo que Zama, el megayacimiento marino a una profundidad cercana a aguas profundas, y Trión, en aguas ultraprofundas, elevarían temporalmente la producción a casi 2 millones 247 mil barriles diarios en el 2028, frente a los menos de 1.6 millones actuales, según el escenario intermedio de los tres presentados por la Secretaría de Energía (Sener).

El escenario más optimista prevé una producción de 2 millones 390 mil barriles diarios y el pesimista, 2 millones 164 mil.

"(Pero) los tres escenarios prevén un rápido descenso de la producción a partir del 2030. Esto significa que México tendría que empezar a importar crudo ya en la próxima década si quiere que sus refinerías funcionen casi a plena capacidad", señaló Reuters citando a "una fuente de la Sener" familiarizada con las proyecciones.

"Además, México dejaría de exportar crudo", concluyó.