Luego de las denuncias del abandono de las antiguas instalaciones del rastro municipal, el alcalde capitalino Enrique Galindo Ceballos aclaró que ya no es propiedad del municipio, tras la municipalización de Villa de Pozos.
“Hay mil 700 muebles inmuebles registrados que el decreto se los está retirando al ayuntamiento que son sillas, equipos de cómputo, terrenos de donación, edificios, el viejo rastro y la comandancia oriente”.
Por lo que serán las nuevas autoridades las que se encargarán de rescatar y dar nuevo uso al predio, que se ha convertido en una guarida de delincuentes como en refugio de personas en situación de calle, situación que mantiene preocupados a los vecinos de la zona.
Por último cabe recordar que al inicio de la administración actual, el alcalde anunció que se rehabilitará este espacio con una propuesta cultural, pero que debía pensarse muy bien porque la zona todavía es de abasto y abundan las carnicerías y el proyecto inicial requería una inversión mínima de 20 millones de pesos.
Sin embargo se pasó el trienio y jamás se volvió a hablar del proyecto y en su lugar se fueron abandonado las instalaciones hasta convertirse en lo que es hoy: Un enorme muladar que sirve de refugio para personas en situación de calle y delincuentes.
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