Los reglamentos de construcción en México deberían incorporar un análisis ambiental o del contexto natural para evaluar el confort térmico de las zonas donde se ubicarán las viviendas, antes de aprobar fraccionamientos o complejos habitacionales, aseguró el catedrático de la Facultad de Estudios Profesionales Zona Huasteca de la UASLP, maestro Néstor Juan Zapata Padilla, de la licenciatura en Arquitectura.
Zapata Padilla, a través del estudio “Eficiencia energética y confort térmico de la persona en las tipologías de vivienda familiar para la región cálido Subhúmeda, Ciudad Valles”, descubrió que la mayoría de las viviendas en la región carecen de confort térmico adecuado debido a las altas temperaturas y a diversos factores que impiden su enfriamiento.
El docente explicó que el confort térmico de una vivienda depende de factores como los materiales de construcción, la orientación de la casa, la ubicación de las ventanas, el tamaño de la vivienda, el color de la pintura y la altura de la loza.
En particular, el investigador aboga por una modificación en los reglamentos de construcción municipales para aumentar la altura mínima de colocación de la loza en construcciones de interés social. Actualmente, la altura mínima permitida es de 2.40 metros, lo cual limita la ventilación adecuada y permite que las viviendas se calienten excesivamente en verano, dificultando su habitabilidad.
Además, Zapata Padilla sugiere que los reglamentos deberían exigir el uso de materiales regionales, como blocks de adobe, que proporcionan mayor frescura. Aunque el adobe pueda ser más costoso para los constructores, resulta más beneficioso para los propietarios a largo plazo. Propone que al menos uno de los muros orientados al oeste en las viviendas de Ciudad Valles se construya con este material para mejorar la temperatura interna de las casas.
El experto también enfatiza la necesidad de analizar el contexto inmediato de las zonas para medir variables como temperatura, humedad, viento y radiación solar, y aplicar justificaciones técnicas en el diseño urbano y en los nuevos desarrollos residenciales.
Zapata Padilla destacó que los estudios de confort térmico permiten proponer materiales, alturas, colores y orientaciones para las construcciones. Al monitorear la temperatura de los muros, se han detectado diferencias de hasta 20 grados centígrados basadas únicamente en el color de la pintura, lo que subraya la importancia de elegir colores claros para reducir el calentamiento de las paredes.
Finalmente, el investigador recordó que el análisis del contexto físico y ambiental ha sido una recomendación para los arquitectos desde tiempos antiguos. Incluso el padre de la arquitectura, Marco Vitruvio Polión, abordó estos temas en el siglo XV a.C. Sin embargo, según Zapata Padilla, aún no se ha logrado implementar completamente estas recomendaciones en la práctica profesional y en la normativa actual.
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