A pesar de que el envejecimiento es un proceso natural de la vida, existen algunos malos hábitos que aceleran esta condición y que podrían causarte mucho más daño del que pensabas, descubre cuáles son para que los saques de tu vida ASAP.
La vejez es el resultado de un proceso de degradamiento ocasionado cuando las macromoléculas de nuestro organismo (células, proteínas, tejidos) acumulan tantos daños con el paso del tiempo que pierden su función, pero a pesar de que envejecer es algo inevitable, es cierto que podemos hacerlo con mucha gracia y estilo.
No usar bloqueador solar
Uno de los mayores pecados en el cuidado personal es sin lugar a dudas el no proteger nuestra piel de los nocivos rayos UV, pero a diferencia de lo que creerías el bloqueador solar no se usa únicamente al estar en contacto directo con el Sol en la playa, en realidad se debe usar TODOS los días, aunque estemos en interiores. Nuestra piel sufre serios e irreversibles daños por la luz solar y la luz azul de nuestros celulares, por eso los dermatólogos hacen hincapié en usar protectores con factor de protección superior a 50, y aplicarlo por lo menos cada 4 horas sobre nuestra piel, para mantenerla joven e hidratada.
No dormir adecuadamente
Otro de los grandes errores que no solo afectan a nuestra salud física y emocional, sino también al buen funcionamiento de nuestro órgano más importante es el no descansar lo suficiente. Múltiples pruebas científicas han demostrado que durante la noche nuestro cuerpo se repara y cura a sí mismo, es decir, que si entorpecemos la regeneración de nuestras células aceleraremos el proceso de envejecimiento. Si deseas tener una piel sana, firme y llena de vida, diariamente debes dormir entre 7 u 8 horas, no menos.
Comer azúcar refinada en exceso
No es un secreto que la mala alimentación te llevará a tener una vida poco saludable, pero, así como la ingesta de grasas saturadas, comida enlatada y harinas procesadas, la azúcar refinada es la gran causante de envejecimiento prematuro. Consumir azúcar de vez en cuando no es algo malo, pero hacerlo en exceso te garantizará lucir de mayor edad antes de lo que imaginas.
Mala hidratación
Uno de los malos hábitos que aceleran el envejecimiento es, por supuesto, la mala hidratación de nuestra piel, pero no solo nos referimos a tomar agua, ya que en realidad para hacer que el órgano más grande de nuestro cuerpo se encuentre en perfecto estado necesitamos mantenerlo bien hidratado también desde afuera. El consejo tanto de personal de la salud como de dermatólogos es tomar diariamente al menos 2 litros de agua simple, pero también el apoyarnos de productos de cuidado de la piel como cremas o serums.
Falta de actividad física
El ejercicio aumenta la circulación sanguínea, lo que ayuda a entregar nutrientes y oxígeno a las células de la piel, promoviendo su salud y apariencia. También puede contribuir a la reducción del estrés, que se ha asociado con el envejecimiento prematuro.
Fumar
El tabaquismo está vinculado a diversos problemas de salud, incluido el envejecimiento prematuro. Este mal hábito reduce la circulación sanguínea en la piel, disminuye la elasticidad y contribuye a la formación de arrugas. Además, los productos químicos presentes en el humo del tabaco pueden dañar el colágeno.
Consumo excesivo de alcohol
Esta sustancia deshidrata el cuerpo, lo que puede llevar a una piel seca y sin brillo. Además, dilata los vasos sanguíneos, provocando enrojecimiento e intensificando problemas cutáneos como el acné y las arañas vasculares.
Estresarte demasiado
El estrés libera hormonas como el cortisol, que, en niveles elevados y prolongados, puede dañar el colágeno de la piel, contribuyendo a la formación de arrugas y líneas finas. Además, suele desencadenar problemas dermatológicos como el acné y empeorar afecciones como la psoriasis y el eczema.
Existe una gran variedad de productos en el mercado para diferentes necesidades y tipos de pieles, pero si quieres en realidad lucir mucho más joven de lo que en realidad eres por el resto de tu vida, te recomendamos buscar un dermatólogo que cree un plan especifico para tu tipo de piel.
