El Rey Carlos III y la Reina Camila tuvieron que abandonar un compromiso real luego de una alerta por un presunto problema con su seguridad que se habría registrado por la presencia de un dron en Jersey, Islas del Canal.
De acuerdo con un reporte de New York Post, los monarcas tuvieron que ser llevados a un lugar seguro después de que fueran alertados por una aparente amenaza a su seguridad.
Carlos III estaba conversando con Matt Taylor, fundador de la productora de sal Jersey Sea Salt, cuando fue alertado de manera abrupta por sus agentes de seguridad, por lo que su plática fue interrumpida.
"Se detuvo en el lugar y dijo: 'Oh, sal marina' y yo le dije: 'Venga a charlar, señor'. Entonces apareció su guardia de seguridad, me agarró y me dijo: 'Tiene que irse, ahora'. No parecía asustado, pero se mostró bastante serio. Simplemente lo hicieron salir. Es una pena, ya que se había detenido a charlar con nosotros por su propia cuenta", contó Taylor a Telegraph.
Debido al incidente, los elementos de seguridad resguardaron a los reyes británicos en el hotel cercano Pomme d'Or, según New York Post.
El Palacio de Buckingham no emitió alguna declaración sobre la alerta de seguridad, pero los monarcas siguieron adelante con el acto real.
Michael Cole, ex corresponsal de BBC y experto en realeza, comentó a GB News que la seguridad se ha convertido en un tema primordial para Carlos III y Camila luego del atentado que libró Donald Trump durante un mitin de campaña en Pensilvania.
"Estoy seguro de que hay una especie de mayor sensación de preocupación por la seguridad debido a los acontecimientos en Estados Unidos, de los que tenemos conocimiento desde el sábado por la noche", dijo.
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